Por Juan Pablo Ojeda
Una vez más, la expectativa crece en torno a Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública en el gobierno de Felipe Calderón. La lectura de su sentencia, que estaba programada para el 9 de octubre en una corte de Nueva York, ha sido aplazada nuevamente. Ahora, los reflectores se centrarán en el miércoles 16 de octubre, cuando se dará a conocer la pena que enfrentará por cargos relacionados con narcotráfico.
El cambio de fecha fue confirmado por el periodista Alejandro Rincón, corresponsal de NTN24, quien anunció que la nueva cita en la Corte Federal para el Distrito Este de Nueva York está programada para las 15:30 horas del día mencionado. Este es el quinto aplazamiento de la sentencia desde que se declaró culpable a García Luna en febrero de 2023. Desde entonces, los plazos han variado entre el 27 de junio de 2023, el 3 de marzo de 2024, el 6 de junio de 2024 y el 9 de octubre de 2024.
García Luna fue hallado culpable de cinco cargos, incluyendo conspiración para el transporte e importación de drogas, así como pertenecer a una organización criminal. Durante el juicio, se reveló que recibió sobornos millonarios del Cártel de Sinaloa mientras ocupaba su cargo. Con un panorama tan sombrío, enfrenta una sentencia mínima de 20 años, pudiendo llegar a cadena perpetua.
A pesar de la gravedad de los cargos, su defensa ha intentado, sin éxito hasta ahora, solicitar un nuevo juicio, argumentando que muchos de los testigos eran ex narcotraficantes que brindaron testimonios falsos a cambio de beneficios en sus propios casos. Además, han presentado 19 cartas al juez Brian M. Cogan, escritas por amigos, familiares y ex colegas, donde se resalta el desempeño de García Luna en seguridad, buscando retratarlo como un “hombre honorable”.
Actualmente, el ex funcionario se encuentra en el Centro Correccional Metropolitano (MDC) de Brooklyn, un lugar que alberga a varios destacados narcotraficantes, incluyendo a Ismael «El Mayo» Zambada, líder del Cártel de Sinaloa. La atención del público y de las autoridades se mantendrá fija en este caso, que continúa revelando las complejas y a menudo sombrías interacciones entre el gobierno mexicano y el crimen organizado.