CDMX a 12 de diciembre, 2024.- El Instituto Nacional Electoral (INE) se enfrenta a un desafío sin precedentes tras el recorte de más de 13 mil millones de pesos a su presupuesto para la organización de la elección judicial de 2025. Esta reducción drástica ha puesto en jaque la capacidad del organismo para llevar a cabo un proceso electoral de calidad, como los mexicanos están acostumbrados.
Guadalupe Taddei, consejera presidenta del INE, no se queda de brazos cruzados. Aunque acata el recorte, ya tiene un plan B: solicitar una ampliación presupuestal a la Cámara de Diputados. «Si este replanteamiento lleva a una solicitud inmediata de recursos adicionales, así lo haremos», afirmó Taddei en una reciente conferencia de prensa.
El golpe más duro del recorte se refleja en la disminución de casillas electorales. De las 172 mil casillas originalmente planeadas, el INE se ve obligado a reducir a solo 80 mil centros de votación. Esta reducción podría afectar significativamente la accesibilidad y eficiencia del proceso electoral.
El INE había solicitado inicialmente 40 mil millones de pesos para el año 2025, de los cuales 13 mil millones estaban destinados específicamente a la organización de la elección judicial. Sin embargo, el Congreso, liderado por el bloque oficialista, aprobó un recorte del 33%, dejando al INE con solo 27 mil millones de pesos.
La elección judicial de 2025 no es una elección cualquiera. Se trata de elegir 881 cargos entre jueces, magistrados y ministros, un ejercicio democrático inédito en México. Taddei asegura que, a pesar de los obstáculos, el INE cumplirá con su deber: «Hasta llegar a la posibilidad real de desarrollar un proceso electoral como está acostumbrada la ciudadanía mexicana».
El instituto se encuentra en la encrucijada de replantear su operatividad. Esto incluye no solo la reducción de casillas, sino también ajustes en el número de funcionarios electorales. La pregunta que queda en el aire es: ¿Podrá el INE mantener la calidad del proceso electoral con estos recortes?
El tiempo apremia y las decisiones que tome el INE en las próximas semanas serán cruciales para el futuro de la democracia en México. La elección judicial de 2025 se perfila como una prueba de fuego para la institución y para la madurez democrática del país.