La jicama, también conocida como nabo mexicano, es una raíz comestible que se cultiva en México, América Central y del Sur. A continuación, se detallan algunas de sus propiedades nutricionales y beneficios para la salud:
- Bajo en calorías y alto en fibra: La jicama es una buena fuente de fibra dietética, lo que ayuda a mantener una digestión saludable y puede reducir el riesgo de enfermedades del corazón, la diabetes y la obesidad. Además, es baja en calorías y puede ser una buena opción para las personas que buscan controlar su peso.
- Rica en antioxidantes: La jicama contiene antioxidantes, como la vitamina C, que pueden ayudar a prevenir el daño celular y reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
- Contiene nutrientes importantes: La jicama es una buena fuente de varios nutrientes importantes, como el potasio, el hierro y el ácido fólico.
Formas de preparación:
La jicama se puede disfrutar cruda o cocida. Algunas formas populares de prepararla incluyen:
- Cruda: La jicama cruda se puede cortar en rodajas o en tiras y comerla como un bocadillo o agregarla a ensaladas.
- Cocida: La jicama se puede cocinar al vapor, asarla en el horno o saltearla en una sartén con otras verduras y especias.
- En bebidas: La jicama se puede agregar a jugos, smoothies o licuados.
- En ensaladas: La jicama se puede combinar con otras verduras, como lechuga, pepino, zanahoria, aguacate y tomate, para crear una ensalada refrescante.
Tradición:
La jicama tiene una larga tradición en la cultura mexicana y se utiliza en muchos platos tradicionales. Por ejemplo, se puede encontrar en ensaladas, sopas, guisos y como acompañamiento para carnes y aves. En algunas regiones de México, la jicama se prepara con chile y limón para crear una botana picante y refrescante. Además, las semillas de la jicama se han utilizado históricamente en la medicina tradicional mexicana para tratar una variedad de dolencias, incluyendo el dolor de cabeza y el dolor de estómago.