AMLO responde a las críticas de EE.UU. sobre la Reforma Judicial: ¿Qué Está en Juego?
Por Juan Pablo Ojeda
En una movida que ha captado la atención tanto en México como en Estados Unidos, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha decidido tomar medidas diplomáticas luego de que el embajador estadounidense en México, Ken Salazar, manifestara su preocupación sobre la reforma al Poder Judicial que está en proceso. En la mañanera de hoy, López Obrador reveló que envió una nota diplomática a su homólogo, Joe Biden, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), para expresar el malestar de México por las declaraciones de Salazar.
El mandatario mexicano no se anduvo con rodeos y calificó las críticas del embajador como una forma de «injerencia» en los asuntos internos de México. En sus declaraciones, López Obrador subrayó que esta no es la primera vez que surgen tensiones entre los dos países y que, históricamente, Estados Unidos ha intervenido en los asuntos de América Latina. Recordó cómo, desde la Doctrina Monroe, Estados Unidos ha mantenido una postura de influencia en la región, a veces con resultados polémicos.
López Obrador también enfatizó que, a pesar de las diferencias, su administración ha mantenido una relación generalmente positiva con Estados Unidos, incluso durante la presidencia de Donald Trump, que fue conocida por su postura dura hacia la migración. Sin embargo, el presidente mexicano expresó que últimamente ha percibido un «falta de respeto» hacia la soberanía de México, manifestado por las recientes declaraciones del embajador.
La nota diplomática enviada a Biden es clara en su propósito: rechazar las críticas de Salazar y defender la soberanía nacional de México. El escrito, que se considera un «extrañamiento» formal, argumenta que las observaciones del embajador sobre la reforma judicial son un acto inaceptable de injerencia. La Secretaría de Relaciones Exteriores asegura en el documento que la reforma, que busca fortalecer el Estado de Derecho en México, se está llevando a cabo de acuerdo con los procedimientos democráticos establecidos en la Constitución mexicana.
En el documento, el gobierno mexicano destaca su compromiso con un Poder Judicial independiente y autónomo, y rechaza cualquier postura que trate de influir en cuestiones internas del país. La carta concluye pidiendo que estas intervenciones no se repitan y agradece a la embajada de EE.UU. por su atención al respecto.
La respuesta de López Obrador y la nota diplomática reflejan la tensión que puede surgir cuando los intereses de dos países se cruzan en temas de política interna. La reforma al Poder Judicial, que es un tema crucial para el gobierno mexicano, está en el centro de este conflicto diplomático, poniendo de relieve cómo las decisiones internas pueden tener repercusiones en las relaciones internacionales.
Así que, mientras México navega por esta controversia diplomática, el mensaje del presidente es claro: México está dispuesto a defender su soberanía y tomar medidas cuando considere que sus asuntos internos son objeto de injerencia externa. La situación pone en evidencia cómo las políticas nacionales y las relaciones internacionales pueden entrelazarse de maneras complejas.