En la conferencia matutina del 11 de julio, el presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró su compromiso con la política de austeridad republicana y celebró la continuidad que, según él, mantendrá su sucesora, Claudia Sheinbaum Pardo. «El gobierno debe ser eficaz y austero, no ensimismarse», expresó enfáticamente.
López Obrador destacó los logros alcanzados en términos de reducción presupuestaria durante su administración. Mencionó que el presupuesto anual de la presidencia se redujo drásticamente de 3,500 millones a 500 millones de pesos, lo que representa un ahorro de 3,000 millones por año. Asimismo, señaló que se eliminaron los gastos excesivos destinados a la caja de ahorro de altos funcionarios públicos, generando un ahorro acumulado de 36,000 millones de pesos en seis años.
El mandatario también abordó la necesidad de una reforma administrativa profunda para eliminar los aparatos burocráticos improductivos, proponiendo que organismos autónomos como el INAI y el IFT sean absorbidos por otras dependencias gubernamentales como Economía y la Secretaría de Comunicaciones. Además, sugirió que entidades como la CRE y la CNH sean integradas a la CFE y PEMEX, respectivamente, como parte de una estrategia para optimizar recursos y eliminar duplicidades.
En cuanto a los organismos que planea desaparecer, se incluyen el INAI, IFT, COFECE, CONEVAL, CRE, CNH y MEJOREDU, subrayando que solo la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) se mantendrá en funciones.
Claudia Sheinbaum, quien asumirá la presidencia próximamente, ha adelantado un enfoque aún más estricto en la austeridad republicana, prometiendo revisar y reducir los gastos operativos del gobierno sin comprometer la inversión en proyectos prioritarios ni la operación de la federación.
El discurso de López Obrador refleja su firme compromiso con la eficiencia administrativa y la maximización de recursos públicos, aspectos que han marcado su gestión y que pretende legar a la siguiente administración bajo los principios de la Cuarta Transformación.