Por Juan Pablo Ojeda
El pasado fin de semana, el Tribunal Electoral de la Ciudad de México (TECDMX) decidió anular la elección para la alcaldía de Cuauhtémoc, tras confirmar que Alessandra Rojo de la Vega Piccolo cometió violencia política de género en contra de Catalina ‘Caty’ Monreal Pérez. Esta decisión ha sacudido el panorama político local y ha generado un nuevo enfrentamiento entre las partes involucradas.
La alcaldesa electa, Alessandra Rojo de la Vega, no se quedó de brazos cruzados. Anunció que impugnará la decisión ante la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). Según Rojo de la Vega, esta anulación forma parte de un ataque sistemático de la familia Monreal para quedarse con la alcaldía. La denuncia de violencia de género presentada por Monreal y los señalamientos de imposición son las bases sobre las cuales se sustentó la decisión del TECDMX.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, al ser cuestionado sobre la actuación de los magistrados capitalinos, se mostró respetuoso pero cauteloso. El mandatario pidió que los casos de violencia de género se analicen a fondo. Recordó que en el pasado, durante la campaña presidencial, también fue acusado de violencia política de género por la candidata opositora Xóchitl Gálvez, una acusación que, según él, no procedió. “Debemos tener cuidado con las acusaciones, ya que es crucial que sean reales y no solo un pretexto para desconocer triunfos electorales”, dijo AMLO, haciendo un llamado a la prudencia en el tratamiento de estos casos.
El conflicto en la alcaldía Cuauhtémoc comenzó cuando Catalina Monreal denunció que durante la campaña, Alessandra Rojo de la Vega la llamaba despectivamente “Ratalina Monreal” y minimizaba su trayectoria política al referirse a ella como “la candidata de Monreal” o “la candidata impuesta por Monreal”. Estas acusaciones llevaron a Monreal a presentar una queja ante el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM), la cual finalmente fue escalada al TECDMX.
El 31 de agosto, el TECDMX decidió anular la elección, invalidando la constancia de mayoría que ya había sido entregada a Rojo de la Vega, quien había sido candidata por una coalición de los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD). Caty Monreal celebró la resolución, considerándola un precedente positivo para proteger a las mujeres en el ámbito político.
Sin embargo, la batalla legal no termina aquí. Alessandra Rojo de la Vega ya anunció que llevará el caso al TEPJF, que ha intervenido previamente en casos similares en los que los magistrados del TECDMX habían tomado decisiones controvertidas. Entre las irregularidades denunciadas por Monreal se incluyen actas ilegibles, discrepancias entre el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) y las actas de cómputo, así como problemas como «embarazo» de urnas y votaciones fraudulentas conocidas como «carrusel» y «casillas zapato».
La situación en Cuauhtémoc sigue siendo tensa y refleja las complejidades del sistema electoral mexicano, donde las disputas por cargos de elección popular pueden desencadenar intensas luchas legales y políticas. Mientras tanto, la ciudadanía observa de cerca cómo se desarrollan los acontecimientos y cómo se resuelven estas controversias.
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