En una declaración reciente, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció que dejará en claro su testamento político antes de concluir su sexenio, en el que especificará su deseo de que no se ponga su nombre en calles, escuelas, monumentos ni estatuas.
Durante una conferencia en el Salón Tesorería, López Obrador expresó su preocupación por el destino de los monumentos en México, señalando que muchos héroes nacionales no reciben el respeto adecuado y, en cambio, sus estatuas son objeto de burlas y apodos.
«Son muy pocos los héroes que se respetan en México. Se respeta a Hidalgo, se respeta a Juárez, se respeta a Villa, a Zapata, al general Lázaro Cárdenas, pero por lo general al resto no se les respeta y se ponen un monumento y la gente inmediatamente le pone un apodo. Lo más común que he escuchado es que le llaman mono a la estatua», destacó el mandatario.
López Obrador afirmó que al entregar la banda presidencial a Claudia Sheinbaum, actual jefa de gobierno de la Ciudad de México, se retirará de la vida pública sin desear representación alguna ni asociaciones en su nombre.
«No quiero ningún nombre de calles, de escuela, nada que monumentos, estatuas. Nada de eso y también lo otro, asociaciones, el obradorismo; nada, no quiero representación. Yo me voy a jubilar y no vuelvo a participar en nada», subrayó.
Con esta decisión, López Obrador busca evitar que su figura sea objeto de idolatría o crítica, manteniendo un enfoque en el respeto a los verdaderos héroes de la historia de México.