El presidente Andrés Manuel López Obrador sorprendió este lunes al no descartar la posibilidad de una intervención de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos en México para capturar a dos prominentes narcotraficantes, Joaquín Guzmán López, hijo del infame Joaquín «Chapo» Guzmán, e Ismael «Mayo» Zambada. A pesar de su afirmación, el mandatario admitió que, hasta el momento, no existen pruebas concretas que sustenten dicha hipótesis.
Durante su conferencia de prensa matutina, López Obrador expresó su preocupación por la reciente detención de Guzmán López y Zambada García en Nuevo México, alegando que los arrestos ocurrieron sin el conocimiento previo del gobierno mexicano. El mandatario cuestionó la falta de información y transparencia por parte de las autoridades estadounidenses en torno a estos eventos.
“No se descarta [la intrusión de Fuerzas Armadas de Estados Unidos], pero no hay pruebas”, comentó López Obrador, añadiendo que el gobierno mexicano no fue informado de los supuestos acuerdos entre las autoridades estadounidenses y Guzmán López para su entrega.
El presidente también manifestó su descontento con la calidad y la extensión de la información proporcionada por Estados Unidos. López Obrador reveló que, aunque se mencionó que Guzmán López podría haber estado en negociaciones con el gobierno estadounidense durante un periodo prolongado, las versiones oficiales no han sido claras ni consistentes.
“Falta mucho por saber, falta información confiable sobre el vuelo y los detalles de la detención. Inicialmente se reportó un plan de vuelo desde Hermosillo a Nuevo México, pero luego surgieron inconsistencias”, detalló López Obrador.
En cuanto a la posibilidad de un diálogo directo con el presidente estadounidense Joe Biden, López Obrador dejó abierta la opción, expresando su esperanza de que el gobierno estadounidense proporcione toda la información relevante sobre el caso. “Sí buscaría a Biden, pero creo que nos va a pasar toda la información. Queremos transparencia”, afirmó.
A pesar de sus críticas, el presidente mexicano reafirmó el compromiso de su gobierno con la cooperación en la lucha contra el narcotráfico, señalando que, a diferencia del pasado, México ahora lidera las acciones en este ámbito. López Obrador destacó que, aunque el Plan Mérida ya no está en vigor, la colaboración en temas humanitarios continúa.
En relación con la situación en Sinaloa, base del cártel liderado por los hijos de «El Chapo», el presidente pidió evitar confrontaciones y promover la paz. “La violencia no resuelve nada, solo expone vidas y causa sufrimiento. Confío en que se evitarán enfrentamientos y se apostará por la paz”, concluyó López Obrador.
La postura del presidente resalta la complejidad de la cooperación internacional en la lucha contra el narcotráfico y el delicado equilibrio que México debe mantener en sus relaciones con Estados Unidos.
Juan Pablo Ojeda