El presidente Andrés Manuel López Obrador ha rechazado las acusaciones de haber ofendido a Xóchitl Gálvez Ruiz, excandidata presidencial, luego de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) determinara que cometió violencia política en razón de género en varias de sus conferencias matutinas.
En respuesta a la decisión del tribunal, que señaló al menos 11 ocasiones específicas donde el mandatario utilizó expresiones consideradas como violencia política de género contra Gálvez, López Obrador afirmó no haber realizado tales ofensas y cuestionó la validez de las pruebas en su contra.
«No ofendí a la señora Xóchitl, no hay prueba de eso. No lo hago por principios, no ofendo a nadie, menos a una mujer. No sé de dónde salió eso», declaró el presidente durante una conferencia reciente.
El proyecto discutido por el TEPJF la semana pasada detalló que las declaraciones de López Obrador, donde insinuó que Gálvez obtuvo su candidatura por decisión de un grupo político para utilizar su imagen como mujer de pueblo con fines electorales, fueron consideradas como violencia política de género.
El tribunal destacó que, aunque determinaron la existencia de estas expresiones, el presidente López Obrador no puede ser sancionado por infracciones electorales debido a su inmunidad en ese ámbito. Por lo tanto, no se dictaron medidas de reparación integral como la inscripción en el Registro Nacional de Personas Sancionadas en Materia de Violencia Política en Razón de Género.
Este caso ha generado controversia y renovado el debate sobre el uso del lenguaje por parte de los líderes políticos y su impacto en la equidad de género y el respeto hacia las mujeres en la esfera pública.