Por Juan Pablo Ojeda
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, restó importancia a la ola de violencia que azota a Sinaloa, tras la captura del narcotraficante Ismael ‘el Mayo’ Zambada. En el marco de su gira de transición con la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, López Obrador señaló que la escalada de violencia es consecuencia de decisiones tomadas en el extranjero, específicamente por Estados Unidos.
Durante un evento en El Rosario, el mandatario expresó su dolor por las pérdidas de vidas humanas en la entidad y reafirmó el compromiso de su gobierno de colaborar con las Fuerzas Armadas para evitar más enfrentamientos. “Ojalá se entienda que todos queremos vivir en paz”, declaró, en respuesta a la alerta de viaje emitida por la embajada estadounidense para evitar visitar Sinaloa y Culiacán.
La violencia se intensificó desde la detención de Zambada, con más de 70 asesinatos reportados desde el 9 de septiembre. López Obrador sugirió que la disputa interna del Cártel de Sinaloa se agravó tras la entrega de Joaquín Guzmán López, hijo de ‘el Chapo’ Guzmán, a las autoridades estadounidenses.
Por su parte, Claudia Sheinbaum evitó profundizar en la situación de violencia en Sinaloa, pero destacó su compromiso de apoyar al actual gobernador, Rubén Rocha Moya. Este último reconoció la existencia de “generadores de violencia” en la región, pero confió en que la situación mejorará con el respaldo del ejército y las fuerzas de seguridad.
El gobierno ha desplegado más de 2,200 elementos de las Fuerzas Armadas en respuesta a la crisis, aunque ambos, López Obrador y Rocha, coincidieron en que el cese de los enfrentamientos dependerá de la desarticulación de las luchas internas del Cártel de Sinaloa.
La senadora sinaloense Paloma Sánchez Ramos, del PRI, reportó que la violencia ha dejado hasta ahora 79 asesinatos, 70 desaparecidos y pérdidas económicas significativas en el estado.