Por Juan Pablo Ojeda
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), hizo un llamado a la calma y a la paz durante su conferencia matutina del 13 de septiembre, en respuesta a la reciente ola de violencia en el estado de Sinaloa. Desde el Salón de la Tesorería en Palacio Nacional, el mandatario intentó minimizar los disturbios que han sacudido Culiacán y otros municipios, subrayando que la situación no es tan grave como se ha presentado.
López Obrador, quien se dirige a la nación desde la capital, explicó que la violencia en Sinaloa, atribuido a enfrentamientos entre las facciones de Los Chapitos y La Mayiza, células del Cártel de Sinaloa, no es tan abierta ni frontal como algunos reportes sugieren. Según el presidente, los enfrentamientos han sido limitados y su administración está trabajando para manejar la situación con eficacia.
«Informarles que se está atendiendo la situación en Sinaloa. La confrontación que existe no es tan abierta, ni frontal. Hay enfrentamientos, pero son pocos», comentó el presidente. AMLO también trató de tranquilizar a los ciudadanos de Culiacán, instándolos a actuar con precaución pero sin alarmismos. Advirtió contra la credibilidad de ciertos informes que considera tendenciosos y amarillistas.
Esta declaración de López Obrador llega en un momento delicado, justo cuando la Embajada de Estados Unidos en México emitió una alerta de viaje debido a la creciente violencia en el estado. La alerta, que se hizo pública el 12 de septiembre, advierte a los ciudadanos estadounidenses sobre robos de automóviles, disparos, bloqueos de carreteras y otras amenazas en la región. Esta medida refleja la seriedad de la situación y busca proteger a los residentes y turistas estadounidenses.
El presidente también aprovechó para hacer un llamado directo a los criminales involucrados en los enfrentamientos. Exhortó a las facciones del crimen organizado a buscar maneras de resolver sus conflictos sin perjudicar a la población inocente. «Tienen que buscar otras formas, que no perjudiquen a la gente inocente, que no se enfrenten, que no haya pérdidas de vidas», señaló AMLO, añadiendo que desea que los criminales se cuiden a sí mismos y a sus familias sin afectar a terceros.
A pesar de su mensaje de calma, la violencia en Culiacán continúa. La ciudad ha sido escenario de graves incidentes relacionados con el narcotráfico en los últimos años, incluyendo enfrentamientos armados, operativos de seguridad y una severa afectación a la vida diaria de los ciudadanos. Los operativos han sido especialmente notables, como el caso del “Culiacanazo” en octubre de 2019, cuando una breve detención de Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín «El Chapo» Guzmán, desencadenó una serie de violentos disturbios.
La situación en Culiacán sigue siendo un desafío importante para las autoridades, que deben equilibrar la seguridad pública con la necesidad de mantener el orden en medio de una crisis de violencia. López Obrador, confiado en su autoridad moral, se mostró optimista respecto a que su llamado será escuchado, incluso por los presuntos delincuentes.