En su conferencia matutina de hoy, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) reavivó la urgencia de reformar el Poder Judicial de México, enfatizando la necesidad de una «sacudida» para cambiar el status quo que, según él, ha perdurado desde el periodo neoliberal. Sus declaraciones han generado controversia al comparar a algunos abogados con «gánsteres».
«No todos, pero hay abogados que ya con 10 años de experiencia son como gánsteres», expresó AMLO, señalando un entorno judicial que, en su opinión, ha sido permeado por prácticas corruptas y opacas desde hace décadas. El presidente insistió en que es crucial que el pueblo mexicano tenga un papel más directo en la elección de jueces, ministros y magistrados, en lugar de que estas decisiones queden en manos de élites.
«Hace falta una sacudida, una zarandeada y el pueblo es quien puede hacerlo», subrayó el mandatario, aludiendo a la posibilidad de que estos cargos judiciales sean elegidos mediante procesos democráticos y transparentes.
AMLO también arremetió contra lo que describió como «enjuagues» y prácticas mafiosas arraigadas en el sistema judicial, comparándolas con métodos políticos históricos como «el tapado», «el dedazo», «la cargada» y «el besamanos», términos que remontó hasta el periodo porfirista. Esta analogía incluyó referencias a acuerdos político-electorales recientes entre los principales partidos, destacando prácticas que, según él, perpetúan la opacidad y el control de intereses particulares sobre la justicia.
El presidente AMLO sugirió que los abogados jóvenes, al salir de la escuela de derecho, tienen una mentalidad fresca y deseos de hacer justicia, pero que bajo un régimen corrupto aprenden a «transar» con el tiempo, adaptándose a un sistema que, según él, los corrompe.
«Esto no es política, es pedagogía, es academia», ironizó AMLO, insistiendo en la importancia de clarificar estos temas «por los jóvenes». Su postura refleja una llamada a la transformación profunda del sistema judicial mexicano, con el objetivo de erradicar la corrupción y fortalecer la independencia y transparencia del Poder Judicial.
Las declaraciones del presidente han avivado el debate sobre la reforma judicial en México, un tema recurrente durante su administración que continúa generando polarización y análisis crítico tanto en el ámbito político como entre los profesionales del derecho y la sociedad civil.