CDMX a 20 de febrero, 2024.- En un episodio que ha intensificado el debate político y social en México, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha puesto en el foco público las expresiones de racismo y clasismo manifestadas durante la reciente ‘Marcha por Nuestra Democracia’. Este evento, que congregó a miles de personas en más de 114 ciudades tanto en México como en el extranjero, tenía como objetivo principal defender la libertad de elección ante las próximas elecciones del 2 de junio. Sin embargo, lo que se prometió como una manifestación pacífica y apolítica, rápidamente se convirtió en un escenario de críticas directas hacia el mandatario, a quien algunos participantes tildaron de dictador.
Durante su conferencia matutina, conocida como La Mañanera, AMLO no solo lamentó el nivel de racismo y clasismo observado en la marcha, sino que también proyectó un fragmento de una entrevista donde dos mujeres, al ser cuestionadas sobre la predominancia de personas de tez blanca en la marcha, insinuaron que esto se debía a una supuesta superioridad educativa y de información.
«Estamos viviendo tiempos interesantes porque esto no se veía. A lo mejor en las pláticas íntimas en la familia. ¿Cuál superioridad? Si no existen las razas. Y es bueno el debate», expresó el presidente, subrayando la importancia de exponer estas actitudes para combatirlas.
Este incidente ha generado una ola de reacciones en redes sociales, donde se ha criticado duramente la actitud de algunos participantes de la marcha, especialmente de una mujer que, valiéndose de su fe cristiana, declaró la guerra a AMLO. Este tipo de mensajes ha sido interpretado por muchos como expresiones de odio que contradicen los principios de la religión que profesan.
La ‘Marcha por Nuestra Democracia’ ha sido objeto de burla por parte de AMLO, quien ha señalado que, a pesar de las pretensiones democráticas de la convocatoria, lo que realmente se evidenció fue una defensa de intereses particulares y una violación a los derechos del pueblo.
Este evento se suma a una serie de manifestaciones que el presidente ha utilizado para reforzar su narrativa contra lo que él denomina el «conservadurismo» en México, criticando abiertamente las expresiones de clasismo y racismo que, según él, caracterizan a sus opositores.