Por Juan Pablo Ojeda
Este viernes 6 de septiembre, Andrés Manuel López Obrador, el presidente de México, se vio obligado a aclarar un rumor que se había viralizado en redes sociales sobre el reloj que porta. La controversia comenzó cuando una publicación en Facebook afirmaba que AMLO llevaba un reloj de lujo, valorado en más de cuatro mil 700 euros, de la prestigiosa marca suiza IWC Schaffhausen.
En su conferencia de prensa matutina, conocida como La Mañanera, López Obrador explicó que el reloj en cuestión no es el de lujo que se mencionó en las redes. Según el presidente, el reloj que utiliza con frecuencia es en realidad un regalo de hace seis años que costó 120 dólares, lo que equivale a unos 2 mil 399 pesos mexicanos en el tipo de cambio actual. AMLO hizo hincapié en que el reloj fue un obsequio de un amigo y no tiene el valor que se le atribuye en la publicación viral.
López Obrador también aprovechó para señalar que el origen de la publicación era particularmente interesante: quien había divulgado la información era alguien ligado al movimiento zapatista, específicamente el hijo del finado Amado Avendaño, un conocido zapatista que, según el presidente, se había convertido en un crítico de la transformación que él lidera. AMLO utilizó esto para ilustrar cómo a veces las posturas políticas extremas pueden alinearse de formas inesperadas.
Para cerrar el tema con un toque personal y agradecido, el presidente anunció que rifará uno de sus relojes entre los periodistas que han asistido con regularidad a sus conferencias matutinas. A pesar de que aclaró que el reloj que regalará no es tan lujoso como el que se ha comentado en redes, expresó su intención de reconocer el esfuerzo y la constancia de los comunicadores. La rifa se llevará a cabo el lunes 30 de septiembre, el último día de su mandato, y prometió que habría tamales para todos los presentes.
Con este gesto, AMLO no solo busca zanjar la polémica sobre el supuesto reloj de lujo, sino también agradecer a los periodistas que han cubierto su gobierno durante estos años, en un cierre simbólico de su presidencia.