El presidente Andrés Manuel López Obrador restó importancia este miércoles al aviso de huelga anunciado por los trabajadores del Poder Judicial, que han expresado su rechazo a la polémica reforma propuesta para transformar el sistema de justicia en México. Esta reforma, que se discutirá en el Congreso en septiembre, incluye la elección por voto popular de jueces y ministros de la Suprema Corte.
En su conferencia matutina, López Obrador comentó: “Están hablando jueces, magistrados y ministros (de la Corte) de que van a hacer una huelga el día 19 (de agosto). Hay quienes sostienen que no pueden hacerlo legalmente, yo digo que sí, están en su derecho, somos libres”. A pesar de la amenaza de paro, el mandatario minimizó las posibles repercusiones del mismo.
La Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación (Jufed) ha expresado su preocupación de que la reforma afecte la carrera judicial y abra la puerta a la influencia de grupos de poder, incluso ilegales, sobre el sistema judicial. Sin embargo, AMLO defendió su propuesta afirmando que el objetivo es erradicar la corrupción y los privilegios de la cúpula judicial, a la que acusa de estar al servicio de intereses económicos y minorías.
López Obrador, en un tono irónico, sugirió que la huelga podría acabar con los llamados “sabadazos”, referidos a liberaciones controvertidas de presuntos criminales que ocurren los fines de semana. En particular, mencionó la reciente liberación del exgobernador de Puebla, Mario Marín, acusado de tortura a la periodista Lydia Cacho.
Además, el presidente instó a los trabajadores judiciales a resolver pendientes importantes antes de la huelga, señalando un caso de adeudos fiscales por 35,000 millones de pesos. “Que ya liberen ese asunto y ya que se vayan a la huelga después de eso”, expresó.
La postura de López Obrador subraya el conflicto en torno a su reforma judicial, que continúa generando controversia entre los distintos sectores del Poder Judicial y la opinión pública.