Por Juan Pablo Ojeda
En una conferencia matutina en Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador no escatimó en palabras para calificar de “de risa” las recientes críticas del exmandatario Ernesto Zedillo sobre la reforma al Poder Judicial, promulgada el pasado 15 de septiembre. Según López Obrador, las observaciones de Zedillo no solo carecen de seriedad, sino que también hacen el ridículo y no tienen un impacto real.
López Obrador, quien ha mantenido un estilo directo y a veces mordaz en sus comentarios, respondió a Zedillo con un tono despectivo, afirmando que sus críticas solo son una muestra de cómo sus adversarios intentan desacreditar su administración sin lograr un impacto significativo. “A mis adversarios les agradezco bastante porque sin el comportamiento respetuoso, responsable de quienes no nos ven con buenos ojos, no hubiésemos avanzado como se ha logrado”, expresó el presidente, destacando que la resistencia de los críticos, en lugar de obstaculizar, ha servido para impulsar el proceso de transformación pacífica que él promueve.
En respuesta a las declaraciones de Zedillo, quien en su discurso inaugural de la Conferencia Anual de la Asociación Internacional de Abogados (IBA) en Ciudad de México tachó la reforma de un intento de destruir la independencia del Poder Judicial, López Obrador minimizó el impacto de estas opiniones. Según el expresidente, la reforma busca someter al sistema judicial a la voluntad del poder en turno, una afirmación que el actual presidente desestimó. “Traen a Zedillo para decir que México ya es una dictadura, y es de risa, es de risa. Hacen el ridículo, pero no pasan de ahí”, comentó López Obrador, restando importancia a las acusaciones de que la reforma busca un control autoritario sobre el Poder Judicial.
López Obrador también abordó la falta de propuestas concretas por parte de Zedillo para enfrentar los supuestos problemas que él menciona. “No llama a que se lleve a cabo una huelga de pago de impuestos, por ejemplo, si le hicieran caso a lo mejor podría causar algún problema, una disminución en la recaudación y eso nos afectaría, pero no, no, actúa en ese sentido de manera responsable”, señaló el presidente, sugiriendo que las críticas de Zedillo no tienen consecuencias prácticas y carecen de una propuesta alternativa válida.
El expresidente Ernesto Zedillo, quien estuvo al frente del país de 1994 a 2000, había manifestado anteriormente que la reforma propuesta por López Obrador podría poner en riesgo la independencia del Poder Judicial, al permitir la elección popular de jueces y magistrados. En su discurso en la Conferencia IBA, Zedillo afirmó que la frustración del actual presidente por no contar con una Corte sumisa ha derivado en una venganza que amenaza con destruir la integridad del sistema judicial.
Con esta serie de intercambios, la polémica sobre la reforma al Poder Judicial sigue acaparando la atención en México, revelando las profundas divisiones entre la actual administración y sus críticos más destacados.