CDMX a 19 de abril, 2024.- En un esfuerzo por reforzar la seguridad financiera de los trabajadores al momento de su jubilación, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha propuesto una ambiciosa reforma en materia de pensiones que busca no solo mejorar las condiciones de retiro, sino también garantizar un manejo más justo y transparente de los fondos de pensiones en México.
La controversia se centra en las Afores, que según el presidente, han fallado en transferir una cantidad significativa de ahorros no reclamados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Entre 2020 y 2023, las Afores solo han devuelto 946 millones de pesos de los 34,000 millones identificados en cuentas inactivas, destacando un déficit considerable en la gestión de estos fondos.
Esta situación ha dado pie a la propuesta del Fondo de Pensiones para el Bienestar, que pretende utilizar estos recursos no reclamados para complementar las pensiones de los trabajadores al momento de su jubilación. Según el presidente, el fondo se financiará en un 75% con recursos de incautaciones realizadas por el Instituto Nacional para Devolver al Pueblo lo Robado y el 25% restante provendrá de las utilidades netas de proyectos nacionales como el Tren Maya y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.
La reforma también introduce el concepto de imprescriptibilidad para las pensiones, asegurando que los trabajadores puedan reclamar su pensión sin límite de tiempo, protegiendo así sus derechos a largo plazo.
Luisa María Alcalde, secretaria de Gobernación, explicó que la reforma está dirigida a aquellos que cotizan en el IMSS desde 1997. Bajo este nuevo esquema, se espera que los trabajadores puedan retirarse con una pensión que refleje más fielmente su salario previo al retiro, abordando así una brecha crítica en el sistema de pensiones actual.