21 de marzo de 2024.-Durante su conferencia matutina de este jueves, el presidente Andrés Manuel López Obrador demostró nuevamente su desconocimiento respecto a las personas que protestan en su contra, al confundir a la madre buscadora Ceci Flores con otra activista, Guadalupe Aguilar. Este hecho se suma a una serie de desencuentros que el mandatario ha tenido con diversos sectores de la sociedad en los últimos meses.
La confusión surgió cuando López Obrador recordó el reciente anuncio de nuevos datos sobre su censo de desaparecidos, mientras la madre buscadora de Sonora, Ceci Flores, acudía a Palacio Nacional para exigir una audiencia. Durante dos días, Flores se presentó en el recinto con una pala, símbolo de su búsqueda incansable, en un intento por entregarla al presidente y solicitar su participación en los esfuerzos de búsqueda.
Sin embargo, en un desconcertante intercambio durante la conferencia, López Obrador confundió a Ceci Flores con Guadalupe Aguilar, activista del estado de Jalisco, quien fue recientemente condecorada por el rey Felipe VI de España por su labor en defensa de los derechos humanos.
«No sé si fue ella la que estuvo en España, con el rey, porque hubo una señora buscadora que fue premiada», expresó el presidente, evidenciando su confusión. Ante la aclaración de la secretaria del Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde, López Obrador continuó con su comentario, ironizando sobre posibles acusaciones en su contra en el extranjero: «Ella, porque van a acusarme allá, con el rey de España, con el único con el que no me van a acusar es con el papa Francisco».
Este incidente pone de relieve la falta de cercanía y conocimiento del presidente López Obrador respecto a las demandas y luchas de los diversos movimientos sociales en el país, así como su desdén hacia las críticas internacionales. Además, refuerza la percepción de un gobierno que tiende a minimizar las voces disidentes y a desacreditar las protestas sociales.
En este contexto, López Obrador aprovechó la conferencia para reiterar su admiración hacia el papa Francisco, a quien elogió por estar «a favor de los pobres», y criticó a otros líderes políticos y religiosos que, según él, no actúan en favor de los desprotegidos.
Es evidente que esta confusión por parte del presidente no solo refleja su desconexión con la realidad de quienes protestan en su contra, sino que también deja entrever una preocupante falta de atención hacia las demandas legítimas de los movimientos sociales y una tendencia a desacreditar las críticas tanto nacionales como internacionales.