CDMX a 24 de abril, 2024.- En una reciente declaración, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha expresado su descontento con el informe de derechos humanos emitido por el Departamento de Estado de Estados Unidos, calificándolo como una muestra más de la «manía intervencionista» de Washington. Según López Obrador, Estados Unidos se comporta como si tuviera la autoridad moral para juzgar las políticas internas de otros países, una actitud que, a su juicio, viola el derecho internacional.
«¿Quién les autoriza intervenir?», cuestionó el mandatario mexicano, señalando la incongruencia entre la crítica estadounidense hacia otros países y sus propios desafíos internos, especialmente en lo que respecta al manejo de la crisis de drogas entre los jóvenes estadounidenses. López Obrador también criticó el gasto de miles de millones de dólares de EE.UU. en apoyo a conflictos armados en el extranjero, mientras descuida problemas significativos en su propio territorio.
Esta no es la primera vez que el presidente mexicano aborda la cuestión del intervencionismo estadounidense. En múltiples ocasiones, ha señalado la necesidad de una reforma en la política exterior de Estados Unidos, sugiriendo que debería enfocarse más en la cooperación y el respeto mutuo en lugar de la crítica y la intervención.
El informe del Departamento de Estado, que evalúa la situación de los derechos humanos en varios países, ha sido a menudo fuente de tensiones diplomáticas. Países sujetos a críticas han cuestionado la objetividad y la equidad de estos informes, argumentando que Estados Unidos utiliza los derechos humanos como una herramienta política más que como un verdadero compromiso con su mejora.