Por Juan Pablo Ojeda
En medio de un clima de creciente tensión, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no escatimó en palabras para calificar de “truculentas” las recientes declaraciones de Tomás Zerón de Lucio sobre la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en 2014. El exjefe de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) durante el gobierno de Enrique Peña Nieto ha lanzado serias acusaciones contra el expresidente, afirmando que la llamada “Verdad Histórica” fue una construcción fabricada por el entonces mandatario y su equipo.
Desde Palacio Nacional, AMLO reiteró su llamado a Zerón para que se presente ante las autoridades mexicanas, subrayando que “el que nada debe, nada teme”. Según el presidente, Zerón, quien actualmente se encuentra en Israel, debería enfrentar a la justicia en lugar de buscar protección en otro país. AMLO también recordó que ha solicitado ayuda al gobierno israelí en dos ocasiones para extraditar a Zerón, quien enfrenta acusaciones graves de tortura y violación a los derechos humanos.
Tomás Zerón, quien dirigió la AIC durante el gobierno de Peña Nieto, está en el centro de una tormenta mediática por su papel en la investigación de los hechos de Iguala. La desaparición de los 43 estudiantes ha sido uno de los casos más oscuros y controvertidos de la historia reciente de México. Bajo su gestión, la investigación fue criticada por presuntas irregularidades, manipulación de pruebas y tortura. En 2019, la Fiscalía General de la República (FGR) emitió una orden de aprehensión en su contra por estos cargos.
Recientemente, Zerón de Lucio hizo públicas sus respuestas a Alejandro Encinas Rodríguez, subsecretario de Derechos Humanos, en las que acusó al expresidente Peña Nieto y a altos funcionarios de su gobierno de ser los verdaderos responsables de la Verdad Histórica. Zerón argumenta que esta versión oficial fue elaborada en reuniones en la oficina de Los Pinos, con la participación de varios secretarios de defensa y el director del Cisen, entre otros. Asegura que él era solo un ejecutor de órdenes y no tenía poder para cambiar la narrativa impuesta.
AMLO, al responder a estas acusaciones, indicó que si la FGR considera que hay pruebas suficientes, debería citar a Peña Nieto a declarar. Sin embargo, también advirtió que no es justo que Zerón intente desviar la responsabilidad hacia el expresidente, calificando su actitud como “truculenta”.
A través de un detallado documento de 18 páginas, Zerón ha tratado de defenderse, describiendo un entorno lleno de torturas y presiones, y presentándose como un mero portavoz de las decisiones tomadas por sus superiores. Sin embargo, a pesar de sus intentos de desvinculación, muchos siguen cuestionando el grado de su implicación en el caso.
La disputa en torno a la Verdad Histórica y el papel de Zerón ha abierto nuevas interrogantes sobre la responsabilidad de las autoridades de seguridad en la desaparición de los estudiantes. Mientras tanto, la presión continúa sobre el gobierno actual para que garantice justicia y verdad en uno de los episodios más trágicos de la historia reciente de México.