CDMX a 22 de febrero, 2024.- En un giro inesperado que ha sacudido los cimientos políticos y mediáticos, el presidente se enfrentó abiertamente a una reportera del New York Times durante una conferencia de prensa, desatando una tormenta de controversia y especulación. La periodista, en un intento de presionar al mandatario, le presentó preguntas sobre el supuesto financiamiento de su campaña del 2006 por parte del Cartel de Sinaloa, incluyendo un cuestionamiento específico sobre un video en el que presuntamente se ve a sus hijos recibiendo dinero del narcotráfico. La respuesta del presidente fue tajante, descalificando al medio como «peor que Alarma» y exigiendo pruebas concretas de las acusaciones.
Este incidente se produce en un contexto en el que una investigación realizada entre 2010 y 2011 por la Fiscalía Federal del Distrito Sur de Nueva York y la DEA reveló pruebas sólidas de que el Cartel de Sinaloa habría aportado entre 2 y 4 millones de dólares a la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador en 2006.
A pesar de la gravedad de las acusaciones y la evidencia presentada, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, ha declarado recientemente que este caso es considerado «cerrado» para el gobierno de Joe Biden.
La reacción del presidente no solo ha generado un debate sobre la libertad de prensa y la relación entre el gobierno y los medios, sino que también ha puesto en relieve la delicada cuestión del financiamiento político y la influencia del narcotráfico en la política mexicana. Además, el mandatario ha instado al gobierno de Estados Unidos a pronunciarse sobre este «ataque» del New York Times, sugiriendo que cualquier gobierno democrático y defensor de la libertad debería tomar posición al respecto.
Este escándalo plantea interrogantes críticos sobre la transparencia, la ética política y la lucha contra el narcotráfico, temas que son de suma importancia para la sociedad mexicana y que requieren un análisis profundo y una discusión abierta.