El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reafirmó hoy su determinación de lograr una «clausura definitiva» de los terrenos operados por Calica, filial de la estadounidense Vulcan Materials en Quintana Roo, antes de concluir su administración el próximo 1 de octubre.
Durante su conferencia de prensa matutina, López Obrador expresó su preocupación por el impacto ambiental causado en la zona y aseguró que su gobierno ha agotado todas las opciones para llegar a un acuerdo con los propietarios de la empresa, sin éxito. Criticó además la actuación de los abogados mexicanos de la empresa, a los que acusó de estar acostumbrados a prácticas cuestionables.
«Ya hay una clausura, pero quiero que sea definitiva porque es mucho el daño que han causado», declaró el mandatario.
El presidente descartó la posibilidad de expropiar los terrenos, como fue sugerido previamente por funcionarios estadounidenses, y enfatizó en la aplicación de la ley para detener la extracción de material en la zona.
«Ni modo que vayan a apoyar el ecocidio que se ha cometido en esa zona, luego que hablan de enfrentar el cambio climático», subrayó López Obrador.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) está en proceso de declarar las 2,400 hectáreas ocupadas por Vulcan Materials como «Área Natural Protegida», un movimiento que refleja la postura del gobierno mexicano para conservar el área.
El conflicto con Vulcan Materials, que posee una concesión vigente hasta 2037, ha generado tensiones diplomáticas con Estados Unidos. El secretario de Estado, Antony Blinken, ha expresado en varias ocasiones la preocupación de su país respecto al caso.
El presidente mexicano concluyó que, pese a las presiones externas, el gobierno seguirá adelante con el proceso legal para asegurar que los terrenos sean preservados y se respete el medio ambiente en la región.
Este tema continúa siendo un punto de fricción comercial y ambiental entre México y Estados Unidos, complicando las relaciones bilaterales en el ámbito ambiental.