CDMX a 12 de abril, 2024.- Una semana después de la incursión de la policía de Ecuador en la embajada de México en Quito, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, expresó su satisfacción por el cambio de postura del gobierno canadiense respecto al incidente. Inicialmente, Canadá había descrito los hechos como una «aparente violación» al derecho internacional, una formulación que fue modificada tras una evaluación más detallada de las pruebas.
Durante su conferencia matutina, López Obrador destacó la importancia del nuevo comunicado de Canadá, que ahora califica claramente el incidente como una violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas. Esta convención es un acuerdo fundamental que establece las normas de interacción diplomática y la inviolabilidad de las misiones diplomáticas.
El presidente mexicano también comentó sobre la reacción inicialmente tibia de Estados Unidos, que, a diferencia de Canadá, no condenó explícitamente la acción de Ecuador. Posteriormente, sin embargo, tras la presentación de evidencia adicional por parte de México, Estados Unidos emitió una declaración más enérgica condenando los hechos.
El cambio de posición de Canadá y Estados Unidos es significativo en el contexto de las relaciones internacionales, ya que ambos países son importantes socios comerciales y diplomáticos de México. La intervención en la embajada mexicana ha sido ampliamente condenada por la comunidad internacional, incluyendo múltiples países latinoamericanos y europeos que han expresado su apoyo a México en varias plataformas, incluyendo una sesión especial de emergencia de la Organización de Estados Americanos (OEA).
El incidente ha puesto de relieve la importancia del respeto a los acuerdos internacionales y la necesidad de proteger las sedes diplomáticas. El gobierno de Canadá, en particular, ha reiterado su compromiso con los principios de la Convención de Viena, destacando que «las obligaciones contenidas son fundamentales para la conducción de las relaciones exteriores» y garantizan que «los diplomáticos puedan desempeñar sus funciones sin interferencia».
Esta situación también ha llevado a un llamado al diálogo entre México y Ecuador para resolver sus diferencias de manera pacífica, reflejando un deseo común de mantener la estabilidad y el respeto mutuo entre las naciones.