Por Juan Pablo Ojeda
A solo 11 días de dejar el cargo, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), reveló en la conferencia matutina del 19 de septiembre su intención de alejarse de la vida política y no querer ser recordado con monumentos ni homenajes. Este anuncio marca un cierre a su administración, que él mismo considera un esfuerzo colectivo en el marco de la Cuarta Transformación.
Durante la conferencia, el mandatario afirmó que no desea que se erijan museos, estatuas o que se nombren calles y escuelas con su nombre. “Lo dicté frente a un notario: no quiero museos, estatuas, ni nombre de calles, escuelas, ni nada con mi nombre”, afirmó, subrayando que su legado corresponde al pueblo de México y no a su figura personal.
López Obrador destacó la importancia de la transición gubernamental, enfatizando que dará espacio a la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, quien, según él, es la persona adecuada para continuar con el rumbo del país. A partir de su salida del poder, AMLO expresó su deseo de no ser molestado y de ayudar a las causas desde el anonimato.
Entre sus planes futuros, el presidente mencionó su intención de escribir y analizar los “valores del pueblo de México”, haciendo hincapié en la necesidad de reivindicar las raíces indígenas y eliminar los estigmas históricos que han afectado al país. “Con el pueblo todo, sin el pueblo nada”, manifestó, reafirmando su compromiso con la sociedad.
López Obrador cerró su intervención reafirmando que dejará la presidencia de manera tranquila, confiando en que su sucesora llevará a cabo una gestión eficaz y en beneficio del país.