CDMX a 27 de marzo, 2024.- En un contexto político cada vez más polarizado en México, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha lanzado una advertencia sobre una posible confabulación de adversarios políticos con el objetivo de anular las elecciones en caso de que el partido Morena obtenga la victoria. Durante una reciente intervención pública, el mandatario expresó su preocupación por lo que considera intentos de socavar la democracia del país, insinuando que detrás de las críticas y los ataques hacia su administración y movimiento, podría haber estrategias más profundas y desestabilizadoras.
“Solo la irracionalidad nos llevaría a un golpe de estado técnico, pero sería como soltar al tigre o a varios tigres… jueguen limpio que todo se revierte”, declaró el presidente, utilizando una metáfora que evoca la potencial reacción popular ante acciones que se perciban como injustas o antidemocráticas. Esta no es la primera vez que López Obrador recurre a dicha expresión, que ya ha utilizado en el pasado para aludir a la fuerza y la voluntad del pueblo mexicano en defensa de sus decisiones democráticas.
A pesar de las tensiones y las críticas, el presidente reiteró su confianza en el pueblo de México, asegurando que la legitimidad de su movimiento y su llegada al poder han sido el resultado de la voluntad popular, y no de manipulaciones o artimañas políticas. En este sentido, hizo un llamado a sus adversarios a “jugar limpio”, subrayando que cualquier intento de alterar el curso democrático del país podría tener consecuencias no deseadas y contraproducentes.
La declaración de López Obrador llega en un momento crucial para México, donde las próximas elecciones podrían redefinir el panorama político del país. La mención de un posible “golpe de estado técnico” ha suscitado un amplio debate entre analistas, políticos y ciudadanos, con opiniones divididas sobre la realidad de esta amenaza y sus implicaciones para la estabilidad democrática de México.
Este llamado a la integridad electoral refleja la creciente preocupación por garantizar procesos electorales transparentes, equitativos y libres de injerencias indebidas. A medida que se acercan las elecciones, la expectativa de un escrutinio minucioso sobre la conducta de todos los actores políticos promete mantener en vilo a la nación, esperando que prevalezca el respeto por la voluntad popular y los principios democráticos.