CDMX a 19 de septiembre, 2024.- En una nueva polémica declaración, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), culpó al gobierno de Estados Unidos por la escalada de violencia en Culiacán, Sinaloa, tras la detención de Ismael «El Mayo» Zambada, uno de los líderes del Cártel de Sinaloa. Durante su conferencia matutina, el mandatario sugirió que el Departamento de Justicia de EUA habría hecho un acuerdo con un grupo del crimen organizado en la región, lo que habría desatado los recientes enfrentamientos armados.
AMLO afirmó que las autoridades estadounidenses, en colaboración con miembros de la delincuencia organizada en Sinaloa, realizaron maniobras que derivaron en la captura de Zambada. Según López Obrador, el Departamento de Justicia sostuvo reuniones con uno de los grupos criminales y, como resultado, hubo movimientos estratégicos en el estatus de algunos detenidos tanto en Estados Unidos como en México.
El presidente también destacó que Joaquín Guzmán López, otro de los «Chapitos», podría haber sido responsable de entregar a Zambada a cambio de beneficios legales, como la liberación de Ovidio Guzmán, quien, tras su detención, presuntamente se habría convertido en testigo protegido bajo la custodia de las autoridades estadounidenses.
Para AMLO, este presunto acuerdo entre EUA y los cárteles no solo ha provocado una creciente inestabilidad en Sinaloa, sino que también ha agravado la violencia en la región, poniendo en jaque a las autoridades locales y forzando la suspensión de actividades en diversas áreas de Culiacán debido a los enfrentamientos.
«Nosotros no estamos de acuerdo con que se ignore a México en estos temas, porque aquí enfrentamos el problema directo», comentó AMLO, insinuando que la intervención estadounidense ha generado una situación de «confrontación» que no existía antes. Para él, el contexto sería distinto si el gobierno mexicano hubiera tomado el control de la operación en lugar de depender de las autoridades extranjeras.
El presidente también cuestionó las verdaderas intenciones detrás de la captura de Zambada, sugiriendo que podría tratarse de una «simulación» por parte del gobierno de EUA, más enfocada en mostrar resultados inmediatos que en enfrentar el problema del narcotráfico de fondo. «¿Realmente se detuvo al Mayo Zambada para combatir el tráfico de fentanilo o fue solo una decisión para demostrar que se está atendiendo el problema del consumo en EUA?», se preguntó AMLO.
El presidente cerró su intervención insistiendo en que el gobierno estadounidense debe aclarar los términos del acuerdo y las circunstancias de la detención, señalando que esta falta de transparencia está afectando a la población mexicana.
Mientras tanto, las autoridades mexicanas continúan tomando medidas para tratar de controlar la violencia en Culiacán, con un despliegue mayor de fuerzas de seguridad, aunque sin resultados visibles inmediatos. La situación en Sinaloa sigue siendo un tema delicado para ambos países, y este nuevo capítulo en la lucha contra el narcotráfico muestra las complejidades que existen en la relación México-EUA en este terreno.