Por Juan Pablo Ojeda
En su último informe de gobierno presentado en el Zócalo de la Ciudad de México, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) abordó un tema de gran relevancia: el consumo de drogas en el país. Con una Plaza de la Constitución repleta de seguidores y simpatizantes, AMLO hizo una reflexión profunda sobre cómo enfrentar este complejo problema.
López Obrador no se limitó a señalar la importancia de combatir el narcotráfico desde el frente de las detenciones de líderes criminales. En su lugar, el mandatario mexicano hizo un llamado a mirar más allá de las soluciones tradicionales. Criticó las estrategias que se enfocan únicamente en capturar a los jefes de los carteles y advirtió que este enfoque es insuficiente. Según AMLO, las soluciones efectivas deben abordar las raíces del problema, tales como “el desamor, la desintegración de las familias y el abandono a los jóvenes”.
El presidente comparó la situación de México con la de Estados Unidos, donde el consumo de drogas y la crisis del fentanilo han alcanzado niveles alarmantes. “¿Se va a resolver el problema solo deteniendo a capos del narcotráfico?” cuestionó AMLO. “¿Se va a resolver el problema desapareciendo el fentanilo si hay consumidores? Van a inventar otra sustancia igual de terrible, peligrosa y mortal porque ahí está la demanda”, explicó con firmeza.
En el informe, López Obrador destacó cifras que ilustran la magnitud del problema en México. En 2023, se reportaron 600 muertes relacionadas con el consumo de drogas químicas en el país. Sin embargo, los datos más recientes del Observatorio Mexicano de Salud Mental y Adicciones (OMSMA) revelan que, entre el 1 de enero y el 17 de agosto de 2024, se registró oficialmente solo una muerte relacionada con el fentanilo. Este caso, según el informe, ocurrió en Baja California y se trató de un hombre que falleció tras una hospitalización por efectos derivados del opioide.
El mensaje de AMLO fue claro: es esencial no solo atacar el problema desde el frente del combate a las drogas, sino también ofrecer soluciones que enfrenten las causas profundas que alimentan el consumo. De esta manera, se busca evitar que las crisis relacionadas con las drogas se conviertan en un problema aún más grande para la sociedad mexicana.