Por Juan Pablo Ojeda
Este 13 de agosto se conmemoran 125 años del nacimiento de Alfred Hitchcock, un titán del cine cuyo impacto en el género del suspense es inigualable. Aunque el maestro del suspense nunca recibió un Óscar a la mejor dirección, su legado cinematográfico sigue resonando con una dignidad impresionante a lo largo de los años.
Hitchcock, conocido por su habilidad para mantener a los espectadores al borde de sus asientos, dirigió obras maestras como «La ventana indiscreta», «Encadenados», «Vértigo», y «Los pájaros». A pesar de no haber ganado un Óscar a la mejor dirección, su influencia es evidente en la cinematografía contemporánea. Cineastas de renombre como Jordan Peele, David Fincher, Martin Scorsese, Peter Bogdanovich, Brian De Palma, Wes Anderson y David Lynch siguen rindiendo homenaje al estilo distintivo de Hitchcock, caracterizado por la tensión, el voyeurismo y los giros inesperados.
Nominado al Óscar en cinco ocasiones por «Rebeca» (1940), «Náufragos» (1944), «Recuerda» (1945), «La ventana indiscreta» (1954) y «Psicosis» (1960), Hitchcock solo recibió el reconocimiento de la Academia con un premio honorífico en 1968. Entre sus películas, «Rebeca» se alzó con el premio a la Mejor Película, un hito para un director que revolucionó el cine de suspense.
A pesar de su inmenso talento, Hitchcock tuvo una vida personal marcada por la controversia. Su conocida misoginia y obsesión con las actrices rubias, especialmente Grace Kelly, contrastan con la imagen sofisticada que proyectaba en la pantalla. Relatos de su comportamiento hacia sus actrices, como los de Tippi Hedren en el rodaje de «Los pájaros», revelan una faceta más oscura de su carácter. Hedren, sometida a una presión extrema durante el rodaje, llegó a abandonar el plató en un arrebato de ira, mientras que el director intentó, según ella, un acercamiento inapropiado.
No obstante, algunas actrices han defendido a Hitchcock, describiéndolo como un director excepcional y un caballero. Eva Marie Saint, por ejemplo, ha eludido discutir aspectos negativos del director, prefiriendo centrarse en su brillantez cinematográfica.
El estilo hitchcockiano, marcado por la creación de tensión y el suspenso, se forjó desde sus primeros trabajos en el cine mudo con «El enemigo de las rubias» (1927), y se consolidó con clásicos británicos como «39 escalones» (1935) y «Alarma en el expreso» (1938). Su traslado a Hollywood, impulsado por el productor David O. Selznick, dio lugar a una serie de filmes que definieron su carrera, incluyendo «Rebeca» (1940), que le permitió colaborar con Cary Grant en varias ocasiones y marcar el inicio de una exitosa asociación.
Entre los hitos de su carrera, «La soga» (1948) destacó como su primer trabajo en color y la primera colaboración con James Stewart, seguido por éxitos como «La ventana indiscreta», «El hombre que sabía demasiado» (1956) y «Vértigo» (1958). Sus contribuciones al cine también incluyen «La sombra de una duda» (1943), «Extraños en un tren» (1951), «Crimen perfecto» (1954), «Marnie, la ladrona» (1964), «Topaz» (1969) y «Cortina rasgada» (1966). El icónico formato televisivo «Alfred Hitchcock presenta», con su inolvidable sintonía y la aparición del perfil del director, sigue siendo un testimonio de su impacto en la cultura popular.
Alfred Hitchcock sigue siendo un faro en la historia del cine, y sus películas continúan inspirando a nuevas generaciones de cineastas y cautivando a audiencias en todo el mundo. En este aniversario de su nacimiento, se celebra no solo su genialidad como director, sino también su indomable influencia en el arte del suspense.