CDMX a 24 de enero, 2024.- El panorama político para el Partido de la Revolución Democrática (PRD) se cierne bajo una sombra de incertidumbre. Figuras clave del partido, Miguel Ángel Mancera y Luis Espinosa Cházaro, han lanzado una señal de alerta: el PRD podría enfrentarse a la pérdida de su registro si no se encara con seriedad la asignación de candidaturas. Esta preocupación se dirigía hacia Jesús Zambrano, presidente nacional del PRD, en un momento decisivo para el futuro del partido.
Mancera y Cházaro, líderes del PRD en las cámaras alta y baja del Congreso, respectivamente, no contemplan la renuncia como opción. Su foco está en asegurar que el PRD sea una fuerza competitiva en las próximas elecciones. La crisis interna se intensifica con las declaraciones de Cházaro, quien lamenta la falta de combate por parte de la dirigencia para defender los intereses perredistas dentro de la coalición con el PAN y el PRI. Esto, sumado a la presencia de figuras como Silvano Aureoles, exgobernador de Michoacán, genera un clima de reevaluación y diálogo necesario.
El dilema se agrava con la distribución desigual de candidaturas entre el PRD y sus aliados, lo que pone en juego la visibilidad y representatividad del partido en la contienda electoral. Cházaro apunta a que, pese a superar por poco el umbral del 3% en las elecciones de 2021, la situación actual es más compleja, ya que el PRD cuenta con la mitad de las candidaturas asignadas al PRI y al PAN.
La disputa interna se manifiesta también en la exclusión de Cházaro del proceso del Frente Amplio en la Ciudad de México, lo que refleja una lucha por la reivindicación de la identidad y la presencia perredista en el ámbito político.