En la era de las compras en línea y las transacciones digitales, las pequeñas y medianas empresas (pymes) en México enfrentan un desafío creciente: el fraude en pagos digitales. Según un estudio realizado por Adyen, el 39% de las pymes mexicanas han experimentado intentos de fraude en sus transacciones durante el último año. Este fenómeno no solo afecta a los minoristas, sino también a los consumidores, quienes han perdido en promedio 3,374 pesos debido a estos fraudes.
El informe «Reporte de Retail 2023» resalta que el 34% de estos negocios ha sufrido ciberataques o filtraciones de datos, lo que resulta costoso tanto para los minoristas como para los consumidores. A nivel global, el 44% de los minoristas sufrió pérdidas significativas por transacciones fraudulentas y devoluciones de cargo, y el 23% de los compradores experimentó un fraude en sus pagos el año pasado, perdiendo en promedio 242 dólares cada uno.
Las tácticas preferidas por los defraudadores en México son la creación de réplicas de sitios web, con un 33%, y el fraude de afiliación con el 29%. Estas prácticas no solo socavan la confianza de los consumidores en las compras en línea, sino que también tienen un impacto económico significativo en la sociedad.
Ante esta situación, los consumidores han comenzado a tomar medidas para protegerse. El 41% verifica cuidadosamente la URL del sitio web antes de realizar una compra, mientras que el 48% opta por no permitir que sus dispositivos recuerden los detalles de sus tarjetas de crédito o débito. La preocupación por ser víctimas de un fraude ha llevado al 68% de los consumidores a creer que las compras en línea están perdiendo atractivo.
En el marco del Mes de la Concientización sobre la Ciberseguridad, Adyen revela que el 26% de los consumidores mexicanos encuestados ha experimentado fraudes en pagos en el último año, lo que demuestra la magnitud del problema.
¿Cómo pueden protegerse las pymes y los consumidores? Las pymes necesitan fortalecer sus estrategias de ciberseguridad, ya que el 46% reconoce que las transacciones fraudulentas y los contracargos representan un costo significativo para su negocio. A pesar de que el 51% de las empresas ya utiliza Inteligencia Artificial en la prevención del fraude, el 65% de los consumidores considera que los minoristas deberían hacer más para proteger a sus clientes contra los fraudes en pagos electrónicos.
En respuesta a esta demanda, el 49% de los minoristas planea aumentar sus equipos de recursos humanos en un 100% para abordar estos desafíos, y el 25% planea invertir en sistemas de gestión de riesgo para pagos y fraudes.
A nivel mundial, el 93% de los minoristas tiene previsto realizar inversiones para mejorar sus negocios, y es fundamental que una parte significativa de estos recursos se destine a fortalecer la ciberseguridad. En última instancia, la colaboración entre las empresas y los consumidores es esencial para mantener un entorno digital más seguro y confiable para todos.