En un emocionante giro en la política mexicana, Alejandro Armenta, el precandidato único a la gubernatura de Puebla por la Megacoalición (integrada por MORENA, PT, PVEM, Nueva Alianza Puebla, y Fuerza por México), ha iniciado su precampaña con un mensaje digital poderoso y conmovedor: «Vamos a construir una Puebla unida, pacífica, con justicia y libertad». Este mensaje, lanzado en la medianoche de la Navidad, no solo respetó la solemnidad de la fecha sino que también marcó un momento significativo en la política estatal.
Armenta, un veterano de la política con 34 años de carrera, se ha distinguido por su cercanía a la gente. Su enfoque incluye a campesinos, obreros, estudiantes, amas de casa, artesanos, comerciantes y empresarios, enfatizando su disposición a escuchar y atender sus problemas. Este acercamiento humanista es la piedra angular de su campaña y promete ser un cambio refrescante en el panorama político de Puebla.
El precandidato, consciente de la responsabilidad que implica ser el único representante de la Megacoalición, ha asumido este rol con humildad, respeto y un profundo amor por el estado de Puebla. Su visión está alineada con los principios de la Cuarta Transformación, buscando no solo un cambio en la política sino un estado de bienestar que asegure seguridad, paz y prosperidad para todos los habitantes de Puebla.
Uno de los pilares de su campaña es el «Humanismo Mexicano por Puebla», una visión que integra la riqueza cultural y ancestral del estado con las nuevas corrientes de la Cuarta Transformación. Este enfoque resalta valores básicos como la honestidad, la integridad y el compromiso con el pueblo, principios que Armenta promete mantener no solo durante su campaña, sino como una conducta permanente.
Armenta enfatiza la importancia de dejar atrás el individualismo y abrazar un cambio verdadero que emane de la propia gente. Su enfoque en la justicia, seguridad y la riqueza comunitaria busca generar una mayor consciencia social, empezando por la empatía y el respeto mutuo. Este cambio, según Armenta, es esencial para alcanzar grandes metas, incluyendo una justa distribución de la riqueza local.
El inicio de la precampaña de Armenta representa un momento crucial en la política de Puebla. Su promesa de un estado unido, justo y libre, bajo los principios del Humanismo Mexicano, resuena con un público cansado de la política convencional. La promesa de Armenta es clara: una Puebla renovada, con una visión de futuro que pone primero a sus ciudadanos. Con este arranque, el panorama político de Puebla y, posiblemente, el de México, está a punto de experimentar un cambio significativo.