Como un imán para aquellos que desean huir de los inviernos gélidos o los veranos abrasadores de Norteamérica, Ajijic se ha erigido como un destino predilecto. El clima idílico de la Ribera del Lago de Chapala actúa como un elixir, atrayendo a casi 20,000 expatriados que han plantado raíces en esta tierra de encanto natural.
La arquitectura de Ajijic es una cápsula del tiempo con sus casas de adobe y sus calles empedradas. La vida aquí se despliega en un espectro de colores, desde la plaza principal hasta la orilla del lago, donde las actividades acuáticas como la navegación a vela se han convertido en pasatiempos cotidianos.
Incluido en el programa Pueblos Mágicos en 2020, Ajijic invita a sus visitantes a sumergirse en su cultura: desde festividades religiosas y carnavales hasta exposiciones de arte y talleres creativos. Cada rincón del pueblo ofrece una ventana a su pasado esplendoroso y a su presente cosmopolita.
Con fácil acceso desde Guadalajara, Ajijic no es solo un lugar de paso sino un destino en sí mismo, donde la belleza del Malecón, los sabores de la cocina mexicana contemporánea y la calidez de su gente, crean una sinfonía de experiencias inolvidables.