Aitana Bonmatí, centrocampista del FC Barcelona y de la selección española, recibió su segundo Balón de Oro consecutivo en una ceremonia celebrada en el Teatro del Châtelet en París. Con este galardón, la futbolista de 26 años iguala a su compañera Alexia Putellas en el palmarés de Balones de Oro, consolidándose como una de las jugadoras más destacadas del fútbol mundial. Aitana no solo brilló en la Liga de Campeones, donde fue clave para el éxito del Barça, sino que también dominó en competiciones locales.
La temporada de Aitana ha sido sobresaliente. Destacó especialmente en la Liga de Campeones, donde ayudó a su equipo a vencer al Lyon en la final, logrando por primera vez superar a este temido rival y llevar al Barcelona a su tercera Champions femenina. Además, su actuación en la vuelta de semifinales contra el Chelsea, donde igualó la eliminatoria y forzó el penal que aseguró el pase a la final, fue uno de los momentos más memorables de su año futbolístico.
Desde el escenario en París, Aitana expresó su gratitud al equipo que la ha rodeado, destacando el papel de sus compañeras en su éxito. “Esto no es algo que una consiga sola. Me siento afortunada de estar rodeada de jugadoras que me hacen mejor cada día”, dijo Bonmatí. La jugadora, quien porta el número 14 en honor a Johan Cruyff, considera este Balón de Oro como un reconocimiento al esfuerzo colectivo del Barça, que ha logrado un año redondo en el fútbol europeo y español.
A nivel nacional, Aitana y el Barça lo ganaron todo la pasada temporada. Iniciaron el año levantando la Supercopa en enero y se coronaron campeonas de la Liga y la Copa en mayo. Su dominio en la cancha le valió también el título de Mejor Jugadora de la Champions, un primer paso hacia el Balón de Oro otorgado por la revista France Football.
Aitana Bonmatí no solo es reconocida por su talento en el campo, sino también por su estilo de juego que combina inteligencia, técnica y liderazgo. Su segundo Balón de Oro la convierte en un símbolo del éxito del fútbol femenino español y en una inspiración para la nueva generación de futbolistas.