En sus últimas semanas como embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar hace un balance de la relación bilateral durante la administración Biden, destacando los logros en cooperación y marcando diferencias con la visión de Donald Trump.
Salazar enfatizó que el gobierno de Biden optó por ver a México como un socio en temas cruciales como seguridad, migración y combate al narcotráfico. «Hay una visión de dividir, de hacer muros, de ver a una gente inferior a otra gente, esa no es la visión de nosotros. La visión de nosotros es ser socios, iguales», afirmó el embajador.
El diplomático destacó que ambos países lograron trabajar en conjunto, convirtiéndose en los principales socios comerciales a nivel mundial. Sin embargo, Salazar reconoció que aún queda mucho por hacer en materia de seguridad. «El pueblo de México merece vivir sin miedo, el pueblo de los Estados Unidos tiene también ese derecho», señaló.
Salazar develó la placa de la que será la nueva sede de la embajada estadounidense en México, un proyecto de 46,000 metros cuadrados con una inversión de 943 millones de dólares. La apertura está prevista para el segundo semestre de 2025, simbolizando la continuidad de la relación bilateral más allá de los cambios de gobierno.
A pesar de su inminente salida el 7 de enero, Salazar se mostró optimista sobre el futuro de la relación México-Estados Unidos. «La relación es larga, pasarán presidentes allá, sexenios acá, pero la relación entre México y Estados Unidos será para siempre», afirmó.
El embajador también expresó sus buenos deseos para Ron Johnson, nominado como su sucesor por el gobierno de Trump, y confió en que se resolverán los aspectos pendientes en la revisión del Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá.