El mundo de la ciencia y la comunidad internacional han perdido a Sammy Basso, un joven científico italiano de tan solo 28 años, quien falleció recientemente debido a la progeria de Hutchinson-Gilford, una enfermedad genética extremadamente rara que provoca un envejecimiento prematuro y acelerado. Nacido en 1995 en Schio, Italia, Sammy fue diagnosticado con progeria a los dos años, una condición que afecta a aproximadamente 1 de cada 20 millones de personas en el mundo.
Una vida dedicada a la investigación y la concienciación
A pesar de las limitaciones impuestas por su enfermedad, Sammy Basso se destacó por su incansable esfuerzo por entender y combatir la progeria. En 2018, se licenció en Ciencias Naturales en la Universidad de Padua, presentando una tesis innovadora sobre posibles terapias para ralentizar el desarrollo de su propia enfermedad. Su pasión por la ciencia y su determinación por mejorar la calidad de vida de quienes padecen progeria lo llevaron a especializarse en Biología Molecular en 2021, también en la Universidad de Padua.
Creando conciencia y apoyando la investigación
Desde temprana edad, Sammy entendió la importancia de la visibilidad y el apoyo en la lucha contra la progeria. En 2005, junto a sus padres, fundó la Asociación Italiana Progeria Sammy Basso, una organización dedicada a informar sobre la enfermedad y recaudar fondos para la investigación científica. Su labor no pasó desapercibida, alcanzando notoriedad internacional gracias a sus múltiples apariciones en medios de comunicación y su participación en un documental de National Geographic que relató un viaje a través de Estados Unidos.
Reconocimientos y logros
Sammy no solo fue un símbolo de resistencia, sino también de excelencia académica y científica. En 2019, se sometió a una operación por un problema en su arteria aorta, siendo la primera vez que un paciente con progeria enfrentaba tal procedimiento. Poco después, fue nombrado caballero de la Orden del Mérito por el presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, en reconocimiento a su valiente lucha y contribuciones significativas al conocimiento sobre la progeria.
Un adiós inesperado
La trágica muerte de Sammy Basso ocurrió de forma imprevista mientras cenaba en un restaurante de Treviso, pocos días después de regresar de un viaje a China. Su fallecimiento ha dejado un vacío en la comunidad científica y en todos aquellos que lo conocieron y apoyaron su causa. La asociación que él mismo creó expresó su dolor y agradecimiento en redes sociales: “Hoy nuestra luz, nuestro guía, se ha apagado. Gracias Sammy por habernos hecho partícipes de esta vida maravillosa”.
Un legado inspirador
Sammy Basso deja atrás un legado de valentía, determinación y amor por la ciencia. Su trabajo y su vida inspiran a muchos a continuar la lucha contra la progeria y a buscar soluciones para mejorar la vida de quienes enfrentan esta dura enfermedad. La ministra para la Discapacidad, Allessandra Locatelli, destacó su “valentía y determinación para hacer conocer al mundo” la progeria con “fuerza y esperanza”.
Conclusión
La historia de Sammy Basso es un testimonio conmovedor de cómo una persona puede impactar significativamente en el mundo, incluso frente a desafíos extraordinarios. Su dedicación a la investigación y su esfuerzo por crear conciencia sobre la progeria han dejado una huella imborrable en la comunidad científica y en la sociedad en general. Sammy será recordado no solo por su lucha contra el envejecimiento prematuro, sino también por su espíritu indomable y su compromiso con un futuro mejor para todos.