Con el objetivo de promover una alimentación adecuada entre niños y jóvenes, el gobierno mexicano ha anunciado la prohibición de vender comida chatarra en las escuelas públicas. La Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer) ha publicado un anteproyecto que establece lineamientos estrictos para la preparación y distribución de alimentos y bebidas en todas las etapas educativas del país.
El anteproyecto de Conamer busca establecer criterios técnicos nutrimentales y de higiene que aseguren la calidad de los alimentos servidos en las escuelas. Entre las principales medidas, se prohíbe la venta de productos procesados con altos niveles de sodio, azúcares y grasas. Esta iniciativa pretende reducir el riesgo de mala nutrición, sobrepeso y obesidad, además de prevenir el desarrollo de enfermedades no transmisibles como la diabetes tipo 2 y la hipertensión arterial en los estudiantes.
La nueva regulación prohíbe la venta de una variedad de alimentos considerados como chatarra, incluyendo:
- Platillos salados: Chilaquiles, quesadillas, tacos de canasta, tacos dorados, tacos sudados, sopes, gorditas, pizzas, hot dogs, hamburguesas, burritos y embutidos como salchicha, chorizo y longaniza.
- Botanas: Frituras, cacahuates, totopos, nachos con queso amarillo.
- Dulces y postres: Pastelitos, galletas, donas, chocolates, nueces, garapiñadas, gomitas, chicles, leche y yogurt de sabor, gelatinas, flanes, helados, nieves, paletas de hielo y cereales de caja.
- Bebidas: Aguas de sabor de sobres, bebidas a base de leche con azúcar añadida como atoles y frapés, bebidas para deportistas, jugos y néctares, aguas frescas de concentrados como horchata y tamarindo, y cualquier bebida alcohólica.
Además, se enfatiza la importancia de mantener bebederos con agua para consumo humano, preferentemente sin saborizantes, como principal medio de hidratación para los estudiantes.
En lugar de la comida chatarra, se fomentará el consumo de alimentos más saludables que aporten los nutrientes necesarios para el desarrollo de los estudiantes. Entre las recomendaciones se incluyen:
- Frutas y verduras: Regionales y de temporada.
- Cereales integrales: Sin azúcares añadidos, como maíz, trigo, avena, centeno, cebada, amaranto y arroz, así como sus derivados integrales.
- Tubérculos: Papa, camote y yuca sin azúcares, sodio o grasas añadidas.
- Leguminosas: Frijoles, chícharos, lentejas, habas, garbanzos y arvejas, por su contenido de fibra y proteínas.
El anteproyecto será publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 23 de septiembre de 2015, y las escuelas tendrán un plazo de 180 días para adherirse a las nuevas disposiciones. Este cambio no solo busca mejorar la salud de los estudiantes, sino también influir positivamente en su rendimiento académico y bienestar general.
La calidad de la alimentación en las etapas escolares es un factor crucial para la salud y el desarrollo de los individuos. Una dieta balanceada contribuye a mejorar la concentración, el rendimiento académico y reduce el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas en etapas posteriores de la vida. Además, inculcar hábitos alimenticios saludables desde temprana edad puede tener un impacto duradero en las futuras generaciones.