Guerrero a 16 de febrero, 2024.- En un giro inesperado en la lucha contra la violencia en Guerrero, dos de los grupos delictivos más notorios de la región, ‘Los Tlacos’ y ‘Los Ardillos’, han llegado a un acuerdo de tregua. Este pacto, mediado por el padre Filiberto Velázquez, director del Centro de Derechos Humanos «Minerva Bello», promete ser un precedente en la búsqueda de la paz en uno de los estados más azotados por el crimen organizado en México.
El acuerdo entre ‘Los Tlacos’ y ‘Los Ardillos’ se logró tras la mediación del padre Filiberto Velázquez, quien fue contactado por ‘Los Tlacos’ para facilitar el diálogo con ‘Los Ardillos’. La tregua acordada implica que ambas facciones respetarán los negocios que cada una tiene en la capital del estado, Chilpancingo.
Este pacto ha permitido la reanudación del servicio de transporte público en la ciudad, que había estado paralizado durante 10 días debido a la violencia.
La intervención de la Iglesia en los conflictos armados en Guerrero no es nueva. En el pasado, figuras eclesiásticas como el obispo emérito Salvador Rangel han tenido acercamientos con grupos delictivos para contener la violencia.
Sin embargo, este acuerdo marca un hito en la mediación de conflictos, al lograr una tregua efectiva entre dos grupos rivales con la esperanza de que sirva de ejemplo para otras organizaciones criminales, incluida la Familia Michoacana.
Guerrero es un estado que ha sido escenario de una guerra de terror protagonizada por varios grupos delictivos, incluidos ‘Los Ardillos’, ‘Los Tlacos’, ‘La Familia Michoacana’, entre otros.
La disputa por el control territorial ha generado un clima de inseguridad y violencia que afecta a la población civil. Este acuerdo de tregua surge como un rayo de esperanza en medio de un panorama sombrío.