El activismo digital en México ha cobrado fuerza en los últimos años, y una figura clave en este movimiento fue Jesús Ociel Baena, le primer magistrade no binario del país y un destacado defensor de los derechos LGBTQ+.
A través de las redes sociales, Baena y otros activistas han utilizado diversas estrategias para difundir sus ideas, comunicarse con otros activistas y promover cambios sociales y políticos.
Un estudio realizado en México identificó tres tipologías de colectivos activistas digitales según sus formas de gestión de la comunicación: colectivos o grupos esporádicos, estables y consolidados
Estos grupos utilizan plataformas como Twitter para contactar, intercambiar información, participar en decisiones colectivas, influir en otros, ser proactivos y movilizar a la sociedad
El activismo digital en México ha abordado temas como la violencia de género, con movimientos como #UnDíaSinNosotras, que surgió en marzo de 2020 en respuesta al asesinato de 964 mujeres en el primer trimestre de ese año
Este movimiento convocó a un paro nacional el 9 de marzo, utilizando el hashtag mencionado para difundir su mensaje y generar un impacto en las redes sociales
Otro ejemplo de activismo digital en México es el fenómeno del etiquetado social, conocido como «hashtag activism» (activismo de etiquetas), que ha impulsado la participación cívica en línea a través del uso de etiquetas en redes sociales como Twitter
Algunos ejemplos de etiquetas populares en México incluyen #ladies y #lords, que se utilizan para denunciar casos de prepotencia y abuso de poder
El legado de Ociel Baena en el activismo digital en México es un recordatorio del poder de las redes sociales para impulsar el cambio social y político. A pesar de su trágica muerte, su trabajo y el de otros activistas digitales en México continúa inspirando a la sociedad a utilizar las redes sociales como una herramienta para promover la justicia y la igualdad.