A pesar de sus problemas de salud, Carlos III se reúne con el Papa Francisco en el Vaticano

El encuentro entre el rey Carlos III y el papa Francisco en el Vaticano, celebrado el pasado miércoles, fue mucho más que una simple reunión entre dos figuras históricas. A pesar de la frágil salud tanto del monarca británico como del pontífice, este encuentro privado se dio en un contexto único: un monarca anglicano y el líder de la Iglesia Católica, dos hombres de gran influencia, unidos por temas comunes que van más allá de sus respectivas religiones.

 

Carlos III y su esposa, la reina Camila, se encontraban en Roma como parte de una visita de Estado a Italia. Este fue el primer encuentro del rey Carlos III con el papa Francisco desde que asumió el trono, aunque ya había visitado al pontífice en cinco ocasiones como príncipe heredero. El tema central de la reunión fue el bienestar de ambos, quienes atraviesan por delicados procesos de recuperación. El papa Francisco, de 88 años, se encuentra en convalecencia tras haber sido hospitalizado por más de un mes debido a una doble neumonía, mientras que Carlos III, de 76 años, está recibiendo tratamiento por cáncer desde hace más de un año.

 

Ambos líderes, conscientes de sus respectivas fragilidades físicas, compartieron momentos cálidos de conversación en un ambiente de fraternidad. La Santa Sede confirmó que el papa Francisco expresó sus mejores deseos por el aniversario de bodas de los reyes, mientras que Carlos III transmitió sus deseos de una pronta recuperación al pontífice. Este gesto de cariño mutuo refleja no solo el respeto que ambos líderes se profesan, sino también la creciente cooperación entre la Iglesia anglicana y la Iglesia católica, después de siglos de separación.

 

A lo largo de la historia, la relación entre el Vaticano y la Iglesia anglicana ha sido compleja, con momentos de tensiones debido a la escisión ocurrida en el siglo XVI. Sin embargo, Carlos III ha impulsado el diálogo ecuménico, trabajando para acercar a ambas instituciones y promover la unidad cristiana. Uno de los principales puntos de convergencia entre ambos líderes ha sido su preocupación por el medio ambiente. Desde hace años, Carlos III ha sido un firme defensor de la conservación ambiental, mientras que el papa Francisco, con su encíclica Laudato Si’, ha abanderado la lucha contra el deterioro del planeta.

 

Este encuentro también se produjo en un contexto de creciente colaboración en temas ambientales y sociales. La protección del medio ambiente sigue siendo uno de los pilares de la agenda global de ambos líderes, quienes abogan por un mundo más justo y sostenible. Con ello, este diálogo ecuménico refleja no solo el deseo de entendimiento entre las religiones, sino también la necesidad urgente de unir esfuerzos en la protección de nuestro planeta.

 

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