Ciudad de México, 24 de abril de 2025 — El pasado y el presente se entrelazan en una poderosa conmemoración: a 700 años de la fundación de Tenochtitlan, la capital mexica revive en papel y tinta con ediciones especiales de la revista Km cero, una colaboración entre el Fideicomiso Centro Histórico (FCH) y el Museo del Templo Mayor.
A partir de mayo y hasta diciembre, los ejemplares mensuales de esta publicación gratuita —con un tiraje de 20 mil copias— incluirán artículos inéditos de especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), quienes revelarán los secretos que yacen bajo el corazón de la Ciudad de México.
La primera entrega de esta serie especial abrirá con dos textos imperdibles: El recinto sagrado de Tenochtitlan. El retorno de los templos y los dioses, del arqueólogo Raúl Barrera Rodríguez, quien narra la historia de hallazgos clave como la escultura de la Coatlicue o la Piedra del Sol, y Un antiguo mensaje grabado en piedra, firmado por la directora del Museo del Templo Mayor, Patricia Ledesma Bouchan, en coautoría con Fedra Joseline Sandoval Guadarrama, un análisis profundo sobre el simbolismo espacial de la antigua ciudad mexica.
Esta iniciativa cultural responde al llamado de la jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, de impulsar actividades que reconecten a la ciudadanía con sus raíces. Así, Km cero se convierte en un puente entre el legado milenario de Tenochtitlan y la vitalidad contemporánea del Centro Histórico, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO.
Además de los ensayos de divulgación arqueológica, la revista conserva sus secciones tradicionales como Voces, Imagen del Día, CentrArte y Cartelera, todas enfocadas en preservar y difundir el patrimonio tangible e intangible del primer cuadro de la ciudad.
Los ejemplares pueden encontrarse en museos, cafés y puestos de periódicos del Centro Histórico, y también se pueden consultar en versión digital a través de la página oficial del FCH: www.centrohistorico.cdmx.gob.mx.
Con estas páginas, la historia de Tenochtitlan no solo se conmemora: se respira, se toca y se redescubre.