Dos de las playas más populares de Sídney, Gordons Bay y Coogee, han sido cerradas luego de que cientos de misteriosas bolas negras, del tamaño de una pelota de golf, aparecieran en sus costas. Las autoridades locales sospechan que podrían tratarse de bolas de alquitrán, un subproducto de derrames de petróleo.
El alcalde de Randwick, Dylan Parker, informó que el Ayuntamiento está trabajando con la Autoridad de Protección Ambiental de Nueva Gales del Sur para limpiar los residuos y determinar su origen. Los equipos de limpieza han estado retirando las bolas de la arena mientras un barco intenta recogerlas del mar antes de que lleguen a la costa.
La Sociedad para la Conservación Marítima de Australia ha alertado sobre los peligros que estas bolas representan para la fauna marina, como tortugas y ballenas jorobadas, que podrían ingerirlas. Las bolas de alquitrán pueden dañar los ecosistemas marinos al alterar las cadenas alimenticias, desde el plancton hasta los grandes depredadores.
Por ahora, las playas permanecerán cerradas hasta que se asegure que no hay más peligro para los visitantes ni para el medio ambiente.