Por Juan Pablo Ojeda
Las Rodadas del Terror, organizadas por grupos de motociclistas en la Ciudad de México con motivo de Halloween y Día de Muertos, desencadenaron una fuerte respuesta de las autoridades locales. La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC-CDMX) reportó el arresto de cerca de 20 personas y la incautación de más de 400 motocicletas por incumplir el Reglamento de Tránsito de la capital.
El operativo de seguridad, que reunió a 348 efectivos, incluyó 55 unidades oficiales, 11 moto patrullas, siete grúas y dos remolques. Durante las acciones de control, se revisaron 531 motocicletas, de las cuales 416 fueron llevadas a un depósito vehicular, conocido como «corralón». Además, se retuvieron tres vehículos y 18 motociclistas fueron presentados ante un Juez Cívico, quien determinará las sanciones correspondientes.
Los motociclistas se concentraron en varios puntos, comenzando en la avenida Insurgentes Sur, cerca de Ciudad Universitaria, antes de dirigirse hacia el norte de la ciudad. También se reportaron concentraciones en la calzada de Tlalpan, en la colonia Santa Úrsula Coapa en Coyoacán, y en la colonia Cerro de la Estrella en Iztapalapa. En el centro de la ciudad, se establecieron puntos de revisión en lugares estratégicos como el Paseo de la Reforma y el Centro Histórico.
La policía capitalina había advertido previamente que no se toleraría el incumplimiento de las normas de tránsito. Entre las regulaciones establecidas se encontraban el uso obligatorio de casco para todos los pasajeros, la restricción de llevar menores de 12 años o más de dos pasajeros por motocicleta, el respeto a los carriles confinados, y la prohibición de acrobacias o maniobras peligrosas. Sin embargo, durante las Rodadas del Terror, la gran mayoría de estas reglas fueron ignoradas.
La convocatoria para estos recorridos disfrazados se realizó a través de redes sociales, lo que atrajo a un gran número de participantes. Sin embargo, la noche no estuvo exenta de incidentes; en Xochimilco, un grupo de motociclistas asaltó y agredió a un automovilista que intentó interferir en su recorrido, lo que pone de relieve los riesgos asociados a estas actividades.
Este evento pone de manifiesto la necesidad de mayor vigilancia y regulación en la movilidad de motociclistas en la capital, especialmente durante ocasiones que pueden generar aglomeraciones y desorden.