Hoy se cumplen 101 años desde que los científicos Banting y Best lograron el descubrimiento de esta hormona segregada por el páncreas.
El pasado 23 de enero se cumplieron 100 años de uno de los mayores logros de la medicina moderna. Leonard Thompson, un adolescente de 14 años de edad con diabetes, recibió en el Hospital General de Toronto de Canadá, por primera vez en la historia, una inyección de insulina.
Varios investigadores intentaron aislar la insulina a partir de páncreas de mamíferos, pero fueron Frederick Banting y Charles Best los que tuvieron éxito, en el verano de 1921.
Esto ocurrió en la Universidad de Toronto gracias a la tenacidad del ortopedista Banting, quien tuvo una idea luminosa para lograr el importante hallazgo científico, con la ayuda de Best, un estudiante de Medicina, que, sin embargo, ya tenía un título de fisiólogo.
También influyó la cooperación posterior del profesor y jefe de fisiología de la misma universidad, John James Rickard Macleod, y del bioquímico James B. Collip. Aunque esta es la forma convencional de ver el asunto, hay historiadores que le dan más crédito a Paulesco o a Collip.
Ante la pregunta ¿quién descubrió la insulina?, se ha dicho que primero fue una idea que conformó una hipótesis, la que intentó comprobarse; finalmente, fue la convicción de Banting (y también de Paulesco) para lograr la obtención de un preparado útil para tratar diabéticos.
Por este descubrimiento, a Banting le fue otorgado en 1923 el Premio Nobel de Fisiología y Medicina, convirtiéndose así en el científico más joven que haya sido laureado con el Premio Nobel de Fisiología y Medicina.