Por Juan Pablo Ojeda
En una escalada significativa del conflicto entre Ucrania y Rusia, las fuerzas ucranianas llevaron a cabo su primer ataque contra territorio ruso utilizando misiles ATACMS suministrados por Occidente. Este ataque, que tuvo lugar en la región occidental de Bryansk, es el primer resultado visible de la reciente autorización de la administración Biden para permitir a Kiev el uso de estos misiles de largo alcance en su lucha contra las fuerzas rusas. La ofensiva, que destruyó un almacén militar en la ciudad de Karachev, a unos 115 kilómetros de la frontera ucraniana, marca un cambio importante en la naturaleza de la guerra.
El ataque, confirmado por el Estado Mayor ucraniano, implicó la detonaicón de municiones almacenadas en el lugar, aunque las autoridades ucranianas se abstuvieron de confirmar el uso de los misiles ATACMS debido a la información clasificada. A pesar de la opacidad oficial, las fuentes indican que la ofensiva es un paso crucial en la estrategia militar de Ucrania para debilitar las capacidades de Rusia desde dentro de su propio territorio.
Este hecho ocurre en un contexto más amplio de creciente tensión, pues mientras Ucrania intensifica sus ataques, el presidente ruso Vladimir Putin firmó un nuevo decreto que revisa y amplía la doctrina nuclear rusa. Este cambio permite a Rusia usar armas nucleares en respuesta a un ataque convencional masivo en su territorio, incluyendo aquellos que puedan ser perpetrados por drones, lo que aumenta las preocupaciones sobre una posible escalada nuclear.
Doctrina nuclear rusa: un giro hacia la agresión
La nueva doctrina nuclear de Rusia, publicada el mismo día del ataque ucraniano, amplía las condiciones bajo las cuales Rusia podría recurrir al uso de armas nucleares. Según el nuevo decreto, Rusia considera cualquier agresión contra sí misma o sus aliados por parte de un estado no nuclear, respaldado por una potencia nuclear, como un «ataque conjunto». Este cambio en la política nuclear de Moscú se enmarca en la promesa que Putin hizo en septiembre de revisar la estrategia del país en respuesta a lo que considera una «amenaza crítica» a la soberanía y la integridad territorial de Rusia.
El portavoz de Putin, Dmitry Peskov, declaró que Rusia se reserva el derecho de utilizar armas nucleares si es atacada con armas convencionales de largo alcance, como misiles de fabricación occidental, que se utilicen para amenazar la integridad de su territorio. En un tenso mensaje a los países occidentales, Peskov advirtió que si Ucrania utilizara misiles de largo alcance occidentales para atacar el interior de Rusia, esto se consideraría como una agresión conjunta entre Ucrania y sus patrocinadores, es decir, Estados Unidos y sus aliados de la OTAN.
La retórica de Putin resalta la creciente peligrosidad de la situación, ya que Moscú considera que los ataques ucranianos con misiles occidentales podrían desencadenar una respuesta militar más directa y devastadora, aumentando la posibilidad de una confrontación directa con las potencias nucleares de la OTAN.
Impacto en los mercados internacionales y el escenario geopolítico
El ataque ucraniano y la nueva doctrina nuclear de Rusia han generado reacciones inmediatas en los mercados financieros. Los bonos del Estado y las divisas refugio tradicionales, como el yen japonés y el franco suizo, registraron un alza, ya que los inversores buscan protegerse ante la creciente incertidumbre. El rendimiento de la deuda alemana a 10 años cayó, alcanzando su nivel más bajo desde octubre, lo que refleja el temor a una intensificación del conflicto que podría afectar la estabilidad económica global.
La amenaza nuclear también ha desatado preocupaciones sobre las posibles repercusiones globales de una mayor escalada del conflicto, ya que la comunidad internacional se enfrenta a la perspectiva de un conflicto de largo alcance, que podría involucrar a potencias nucleares en un escenario de guerra abierta.
Reacciones y tensiones crecientes
Mientras tanto, Ucrania sigue presionando en su lucha contra Rusia, con funcionarios ucranianos argumentando que necesitan armas de largo alcance como los ATACMS para atacar las bases aéreas rusas y sus aviones, que son esenciales para los ataques con bombas planeadoras y misiles. Aunque Ucrania ya ha utilizado drones de fabricación casera para golpear instalaciones dentro de Rusia, el uso de misiles estadounidenses representa un nuevo nivel de poder destructivo que podría cambiar la dinámica de la guerra.
Por su parte, la comunidad internacional sigue de cerca estos desarrollos, conscientes de que las decisiones tomadas por Ucrania y Rusia en las próximas semanas podrían redefinir el curso de la guerra en Ucrania, y tal vez, el equilibrio de poder en Europa y el mundo entero.
Conclusión: un conflicto en escalada y el riesgo de una guerra nuclear
El uso de misiles ATACMS por parte de Ucrania marca un punto de no retorno en la guerra, mientras que la respuesta de Rusia, al revisar su doctrina nuclear, eleva el riesgo de un enfrentamiento más directo y destructivo. El conflicto, que comenzó como una invasión rusa a Ucrania, ahora involucra a potencias globales y amenaza con expandirse más allá de las fronteras de Europa. El uso de armas nucleares por parte de Rusia, bajo la nueva doctrina, es un recordatorio escalofriante del riesgo de una guerra total que podría tener consecuencias catastróficas para todo el mundo.