La icónica obra «Entre Pancho Villa y una mujer desnuda», de Sabina Berman, comenzó su temporada este jueves 13 de marzo en el Zócalo capitalino, ante un lleno total que colmó de aplausos, risas y reflexiones al público asistente. Enmarcada por el majestuoso paisaje del Zócalo y la Luna de Sangre asomándose tímidamente sobre Palacio Nacional, la puesta en escena dio inicio a 18 funciones gratuitas, bajo el marco del Tiempo de Mujeres, Festival por la Igualdad 2025, una iniciativa de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.
El evento, que tuvo lugar en un foro abierto y sin muros, convirtió el corazón de la ciudad en un vibrante espacio cultural donde el teatro se encontró con la ciudadanía. La puesta en escena, dirigida a reflexionar sobre la violencia machista y la equidad de género, cuenta con las actuaciones estelares de Mariana Gajá, Moisés Arizmendi, Tato Alexander, Roberto Cázares, Andrés Delgado y Conchi León. La escenografía minimalista, con un sillón rojo y una cortina azul, se fundió armoniosamente con el entorno, creando una atmósfera íntima en un espacio tan grande y público como el Zócalo.
A lo largo de la función de 90 minutos, el público fue transportado al mundo de Pancho Villa, Gina y Adrián, personajes que, a través de su interacción, dan cuenta de las luchas y deseos de las mujeres en contextos patriarcales y violentos. Una de las sorpresas más emotivas fue la interpretación de Desdichadamente, un bolero que, con su letra desgarradora, añadió una capa emocional profunda a la narrativa.
El público, variado y plural, no tardó en manifestar su emoción. Humberto Vázquez, originario de Saltillo, Coahuila, expresó: “La obra no pierde ritmo, te hace reflexionar y reír, y es genial que el teatro salga a las calles”. Por su parte, Cristina Alanís destacó la inclusividad de la propuesta y la relevancia de la crítica social que sigue vigente a pesar de los años.
La obra, estrenada en 1993, fue adaptada a los nuevos tiempos por la dramaturga y directora Sabina Berman, manteniendo su crítica al machismo y la invisibilización de las mujeres, pero con un enfoque contemporáneo que la hace tan pertinente como lo fue en sus inicios.
El Zócalo, escenario emblemático de México, ofreció el marco perfecto para que los espectadores se enfrentaran a sus propios cuestionamientos sobre la violencia de género y la inequidad en el país. Jairo Calixto Albarrán, periodista televisivo, reflexionó: “Es una exploración interesante, actualizada, que nos hace mirar dentro de nosotros mismos, en nuestra propia lucha interna».
La temporada continuará hasta el 6 de abril, con funciones los jueves y viernes a las 20 horas, sábados a las 18 y 20 horas, y domingos a las 18 horas. El acceso es gratuito y las funciones tienen un cupo para 600 personas. Cada función será una oportunidad única de disfrutar de un teatro que llega directamente al corazón de la ciudad, sin barreras, invitando a todos y todas a reflexionar, a reír y, sobre todo, a pensar en los derechos y libertades de las mujeres.