Por Juan Pablo Ojeda
El futuro del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) ha sido motivo de gran incertidumbre en los últimos meses, especialmente con el regreso de Donald Trump a la contienda presidencial de Estados Unidos. Sin embargo, el aún embajador de EU en México, Ken Salazar, aseguró que a pesar de las «grandes inquietudes» sobre el futuro del tratado, la relación económica entre los tres países seguirá siendo fundamental para la estabilidad regional.
En una conferencia de prensa celebrada en el sur de México, Salazar reconoció las preocupaciones sobre la viabilidad del T-MEC bajo una posible presidencia de Trump, señalando que “hay varias inquietudes grandes sobre lo que está pasando con el T-MEC en este momento”. Sin embargo, subrayó que las relaciones económicas entre los tres países son tan importantes que es probable que continúen, independientemente de los cambios políticos en Estados Unidos. A este respecto, también hizo hincapié en que será necesario esperar a ver las condiciones en las que Trump asuma nuevamente la presidencia para determinar si la amenaza de imponer aranceles del 25% realmente se llevará a cabo.
El tema migratorio también ocupó un lugar importante en sus declaraciones. Salazar advirtió que las advertencias sobre migraciones masivas hacia Estados Unidos podrían convertirse en una realidad, dadas las leyes vigentes y las promesas de campaña de Trump. “Lo de las deportaciones en realidad sí pueden ocurrir porque ahí está la ley y las promesas de la campaña”, señaló el embajador, quien reconoció la presión que genera el tema de la migración irregular.
Respecto a la situación en la frontera entre México y Estados Unidos, Salazar no ocultó su preocupación. “La frontera está quebrada”, afirmó, sugiriendo que el gobierno entrante de México debe abordar no solo la seguridad en la frontera norte, sino también en otras áreas del sur del país, particularmente en la frontera con Guatemala. En este sentido, recomendó fortalecer los esfuerzos de seguridad en el Istmo de Tehuantepec, una región estratégica para frenar tanto la migración irregular como el tráfico de drogas hacia el norte del continente.
Salazar destacó que el Istmo de Tehuantepec puede ser clave para contener varios de los problemas que afectan a la región. Según el diplomático, el Istmo, con una longitud de solo 180 millas, representa un “cinturón de seguridad y prosperidad” en comparación con la extensa frontera norte de casi 2,000 millas. Este cinturón no solo podría frenar la migración hacia Estados Unidos, sino también limitar el tráfico de drogas y crear oportunidades de desarrollo para las comunidades del sureste mexicano.
A solo días de dejar su puesto como embajador, Salazar subrayó que, con el cambio de gobierno en Estados Unidos, se avecinan nuevos desafíos y prioridades, pero que la seguridad sigue siendo una de las más altas en la agenda de la administración estadounidense. A pesar de los obstáculos, el diplomático confió en que los esfuerzos conjuntos entre México, Estados Unidos y Canadá seguirán siendo fundamentales para enfrentar los problemas comunes de la región.