Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, rechazó rotundamente las acusaciones de que el expresidente Andrés Manuel López Obrador hubiera dado una instrucción para que el Senado de la República reeligiera a Rosario Piedra Ibarra al frente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). En su conferencia matutina desde Palacio Nacional, Sheinbaum Pardo respondió a las críticas y aclaró que López Obrador ya se encuentra fuera del ámbito público, dedicándose a la escritura de un libro sobre los pueblos originarios de México, en su finca en Palenque, Chiapas.
“Me llama la atención y es increíble esta interpretación, que se hace como una campaña, de la nueva presidenta o de que repite la presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos”, señaló la mandataria, quien también calificó como absurda la insinuación de que el exmandatario esté dictando decisiones desde su retiro.
“Ahora resulta que desde Palenque, López Obrador está dictándole a los senadores y senadoras quién va a ser la presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Ya se retiró de la vida pública, está escribiendo su libro”, dijo Sheinbaum con tono firme, desmintiendo así cualquier vínculo entre el expresidente y la reelección de Rosario Piedra.
Defensa de la autonomía del Senado
La presidenta defendió la autonomía del Senado y la capacidad de los legisladores para tomar sus propias decisiones. “¿Dónde quedan los senadores y las senadoras? ¿O qué, no son adultos o adultas ahora para poder tomar una decisión?”, expresó, haciendo hincapié en que los miembros de la Cámara Alta son plenamente capaces de ejercer su función de manera independiente.
El Senado de la República, bajo control del oficialismo, ratificó este lunes la reelección de Rosario Piedra Ibarra como presidenta de la CNDH para un segundo mandato, que abarca el período de 2024 a 2029. Piedra Ibarra, quien asumió la presidencia del organismo en 2019, es la primera persona en la historia de la CNDH que repite en el cargo desde su creación en 1990.
La votación en el Senado fue un claro reflejo del apoyo al gobierno federal, ya que Piedra Ibarra obtuvo 87 votos a favor, los cuales fueron suficientes para lograr la mayoría calificada. Por otro lado, las otras dos candidatas propuestas en la terna, Nashieli Ramírez, actual presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, y la abogada Paulina Hernández Diz, lograron solo 36 y 1 voto, respectivamente.
Sheinbaum respalda a Piedra Ibarra
La mandataria también defendió la reelección de Rosario Piedra Ibarra, señalando que la crítica que recibe de parte de ciertas organizaciones y medios de comunicación tiene que ver con intereses políticos. «Ella representa esa generación y esa historia que quieren ocultar. Quieren ocultar las desapariciones forzadas del pasado o aquella época de la represión desde el estado», subrayó Sheinbaum.
Rosario Piedra Ibarra ha sido una figura polémica desde su llegada a la presidencia de la CNDH, debido a las críticas sobre su desempeño al frente del organismo, especialmente en lo que respecta a la protección de los derechos humanos de las víctimas de violencia y desapariciones forzadas. Sin embargo, Sheinbaum considera que su trabajo es fundamental para mantener la memoria histórica y reconocer los abusos del pasado.
Con la ratificación de su reelección, Piedra Ibarra continuará al frente de la CNDH, un cargo de gran importancia para la defensa de los derechos humanos en el país, en un contexto donde las organizaciones civiles y los sectores más críticos del gobierno señalan la necesidad de un enfoque más firme frente a las violaciones a los derechos humanos.
Conclusión
El rechazo de Claudia Sheinbaum a las acusaciones sobre la influencia de López Obrador en la reelección de Rosario Piedra Ibarra refleja el afán del gobierno federal por defender la autonomía de las instituciones y la capacidad del Senado para tomar decisiones por su cuenta. La controversia en torno a la CNDH y su liderazgo continuará siendo un tema de debate en los próximos años, especialmente con el enfoque que la nueva presidenta pueda imprimir a la defensa de los derechos humanos en México.