Por Juan Pablo Ojeda
Hoy, el fútbol mexicano está de luto. A los 68 años de edad, nos dejó Cristóbal Ortega, una figura emblemática y uno de los jugadores más laureados en la historia del Club América. Ortega no solo fue un atleta excepcional, sino también un símbolo de lealtad y pasión por el azulcrema, habiendo jugado toda su carrera con las Águilas.
Desde su debut, Cristóbal Ortega se destacó por su habilidad, liderazgo y compromiso en el campo. Conquistó 14 títulos, incluyendo seis ligas, cinco Copas Internacionales y tres campeonatos de campeones, convirtiéndose en el jugador con más títulos en la historia del club. Su legado no se limita a los trofeos; su influencia en el equipo y en los aficionados fue incalculable, marcando a generaciones de seguidores del fútbol en México.
La noticia de su fallecimiento ha provocado una ola de condolencias y homenajes a través de las redes sociales, donde seguidores, excompañeros y personalidades del deporte han expresado su tristeza y reconocimiento a su carrera. Aunque su salud había sido delicada en los últimos tiempos, su partida deja un vacío inmenso en el corazón de quienes amamos este deporte.
Cristóbal Ortega no solo fue un jugador; fue un maestro en la cancha, un líder en el vestuario y un amigo para muchos. Su memoria vivirá en cada partido del América, en los cánticos de la afición y en los corazones de todos los que tuvieron el privilegio de verlo jugar.
Descanse en paz, Cristóbal Ortega. El fútbol mexicano te recordará siempre.