Por Juan Pablo Ojeda
El gobernador de Nuevo León, Samuel García, mostró un sorprendente giro en su postura sobre las iniciativas tecnológicas impulsadas por Elon Musk y Donald Trump, figuras clave en el ámbito empresarial y político internacional. A pesar de haber defendido con fervor la instalación de la planta de Tesla en el norte de México, García se mostró crítico con la propuesta de Trump y Musk de crear lo que han denominado la «secretaría de robots», una idea que se perfila como parte de una nueva estrategia de eficiencia gubernamental en los Estados Unidos.
Durante la asamblea anual del Sindicato Único de los Servidores Públicos del Estado (SUSPE), García expresó su desacuerdo con la idea de Trump y Musk de automatizar los procesos gubernamentales mediante el uso de robots. En un tono irónico, el mandatario de Nuevo León afirmó: «Quiero ver cómo les va, a ver cómo sortean los retos cuando llegue el ciudadano (Trump a la Casa Blanca), van a acabar los robots sin cabeza».
Este comentario refleja un giro inesperado en la relación del gobernador con Musk, con quien había cultivado una estrecha relación en el marco de la instalación de la fábrica de Tesla en Nuevo León. Desde principios de 2023, García ha sido uno de los principales promotores de la inversión de Tesla en el estado, un proyecto que, sin embargo, ha mostrado pocos avances concretos. A pesar de los anuncios iniciales, el proyecto de la planta de Tesla en Monterrey se ha visto opacado por diversas controversias, entre ellas las preocupaciones de Musk sobre la política arancelaria de Estados Unidos, especialmente ante la posibilidad de una nueva administración Trump.
El cambio de tono de García hacia Musk y Trump también refleja un conflicto creciente en torno a la influencia de estos dos magnates en las políticas y la economía global. Mientras que Musk continúa siendo una figura central en el desarrollo de la industria automotriz eléctrica y la innovación tecnológica, sus alianzas con Trump y su propuesta de una «secretaría de robots» no han sido bien recibidas por todos los sectores políticos, incluso en México.
Además, la propuesta de Trump de crear un Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés), con Musk a la cabeza, ha generado cuestionamientos sobre la automatización de procesos gubernamentales y el impacto en los empleos públicos. En este contexto, García parece haber cambiado su enfoque hacia la relación con Musk, cuestionando la viabilidad y las implicaciones sociales de un gobierno automatizado.
Este giro en la postura del gobernador Samuel García marca un punto de inflexión en su relación con los grandes empresarios tecnológicos y plantea una serie de interrogantes sobre el futuro de las inversiones tecnológicas en México, especialmente en el contexto de un posible regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.