La carrera presidencial en Estados Unidos da un giro inesperado con el respaldo de figuras destacadas del Partido Republicano a la candidata demócrata Kamala Harris. Personajes como la exrepresentante Liz Cheney y el exgobernador de California Arnold Schwarzenegger, entre otros, han decidido oponerse abiertamente a Donald Trump, pidiendo a sus seguidores y a los votantes republicanos moderados que apoyen a Harris en su camino a la Casa Blanca.
Este movimiento subraya la creciente división dentro del Partido Republicano, donde incluso veteranos como Mitt Romney y George W. Bush han expresado sus reservas hacia Trump, aunque no han respaldado directamente a Harris. Sin embargo, otros republicanos como Cheney, Schwarzenegger y hasta Barbara Bush, hija del expresidente George W. Bush, se han sumado activamente a la campaña demócrata, instando a votar por Harris como una alternativa que, según ellos, representa «patriotismo antes que partidismo».
En un evento en Wisconsin, uno de los estados clave para la elección, Cheney pidió a los votantes rechazar a Trump y apoyar a Harris, calificándola como «una verdadera patriota». Cheney, quien participó en la investigación del Congreso sobre el asalto al Capitolio, ha sido una de las voces más duras contra Trump dentro del partido, y considera que el expresidente «no está capacitado para liderar» el país. En sus palabras, “tenemos que anteponer el patriotismo al partidismo”, un llamado directo a los republicanos que aún dudan en respaldar a Harris.
Barbara Bush, hija del expresidente George W. Bush, ha mostrado su apoyo a Harris en eventos de campaña en Pensilvania, otro estado clave. Aunque se declara independiente, Bush ha sido clara sobre su postura a favor del derecho al aborto, un tema central en la campaña de Harris tras la decisión de la Corte Suprema de revocar el derecho federal al aborto en 2022. Su presencia en la campaña de Harris es un testimonio de los valores compartidos sobre derechos individuales y autonomía, aspectos que han sido cuestionados durante el mandato de Trump.
El exgobernador de California y figura icónica del Partido Republicano, Arnold Schwarzenegger, también ha decidido romper con su partido y apoyar a Harris. En una publicación reciente, expresó su desacuerdo con el liderazgo de Trump y dijo que un segundo mandato del expresidente «haría que la gente estuviera cada vez más dividida y más enojada». Schwarzenegger afirmó que siempre será estadounidense antes que republicano, una postura que ha sido aplaudida por demócratas y moderados.
Un grupo de 238 personas que trabajaron para líderes republicanos como George H.W. Bush, John McCain y Mitt Romney firmaron una carta abierta en apoyo a Harris y su compañero de fórmula, Tim Walz. En ella, señalaron que, aunque tienen “desacuerdos honestos” con Harris, la posibilidad de un segundo mandato de Trump es “simplemente insostenible” y “perjudicará a la gente común”. La carta fue publicada en USA Today y hace un llamado a los republicanos moderados e independientes a unirse para proteger la democracia.
Este movimiento de figuras republicanas de alto perfil es inusual y destaca el rechazo que Trump genera en su propio partido, una situación que podría influir significativamente en la reñida contienda electoral de 2024. Con el apoyo de republicanos desilusionados, Harris podría sumar votos clave en estados disputados, como Wisconsin y Pensilvania, que en 2020 resultaron decisivos para la victoria de Joe Biden.